Momento del desalojo. | Informatiu Balear TVE

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Stop Desahucios Mallorca denunció las cargas policiales que sufrieron este lunes varios manifestantes durante el desalojo de los inquilinos de una vivienda en el número seis de la calle Onofre Jaume, en Can Capes, «a pesar de que los pagos están al día». El inmueble es propiedad de un particular. Dos asistentes resultaron heridos leves.

Según se informó desde esta plataforma ciudadana, a las nueve de la mañana se presentaron tres furgones de la Policía Nacional en la calle y cortaron el acceso al edificio. Según Joan Segura, portavoz de Stop Desahucios, los agentes llegaron una hora antes de la hora prevista para el lanzamiento con el objetivo de «impedir la legítima protesta».

Cerca de las doce del mediodía los efectivos policiales subieron hacia el inmueble y cargaron contra los vecinos que intentaron detenerles, aseguraron desde Stop Desahucios. Pasadas las 12,15 horas, la plataforma pedía ayuda por redes sociales y WhatsApp a todos los que quisieran sumarse. «La Policía está intentando tirar la puerta abajo de la familia, que está resistiendo en la casa», difundieron. A pesar de la oposición de los 70 vecinos y activistas allí reunidos, finalmente el piso fue desalojado después de dos horas.

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Stop Desahucios explicó que la pareja desahuciada este lunes lleva casi dos años luchando por quedarse en la vivienda, en la que se encontraban de alquiler «al corriente de todos los pagos», según Segura. Las técnicas utilizadas para expulsar a los afectados han sido varias: «Comenzaron en 2017 pidiendo el piso para un familiar directo, también les han intentado echar por un impago». Esta vez ha sido por deber 160 euros, según Stop Desahucios.

Respecto a las cargas, fuentes policiales explicaron que una patrulla se acercó a acompañar a la comisión judicial, que iba a ejecutar el lanzamiento de un juzgado de primera instancia. «Se acordó con los inquilinos que abandonarían la vivienda el 18 de febrero».

Según el testimonio policial, Stop Desnonaments habló con la comisión judicial para ver si se iba a ejecutar el desahucio, y al decir que sí hicieron una barricada por dentro de la vivienda, para impedirlo: «Los agentes presentes no esperaban que el cordón de seguridad para proteger a la comisión se rompiera, y los manifestantes han empezado a arrojar objetos, por lo que los agentes han tenido que hacer una pequeña carga, con la mínima fuerza, para echarlos».

La Policía Nacional precisó que entre los objetos arrojados se encontraba una cebolla, y que también mordieron en la mano a uno de los agentes. Aseguran además que sólo había una patrulla de ocho agentes, como prueba de que desde la Policía «se pensaba que no iba a pasar nada».