La imagen es del pasado diciembre, cuando se organizó una ‘performance’ que simulaba el entierro del plástico y a la que se sumaron representantes de los partidos políticos que apoyan la ley que hoy aprueba el Parlament. | Jaume Morey

TW
16

El pleno del Parlament, en una sesión que, prácticamente, supone el final de la legislatura –aprobará seis leyes en una sucesión de debates que se prolongará durante más de doce horas– se adelantará a la normativa estatal y europea y anticipará el final del uso indiscriminado de plásticos en las Islas.

La ley de residuos que este martes se aprobará prohibirá a partir de 2021 la utilización de utensilios de plástico de un solo uso, como platos, vasos, pajitas, cápsulas de café, palitos de caramelos, bastoncillos de oídos y envoltorios desechables de productos frescos como los que se emplean en las tiendas.

La norma, que contempla sanciones que van de los 300 al millón de euros, también abre la puerta al sistema de pago por devolución y retorno que ya es habitual en otros países de la Unión Europea. La idea es que en 2021 empiecen a reducirse de forma considerable los residuos generados en las Islas y que en 2030 sea del 20 %. El ambicioso proyecto de la norma es reciclar con vistas a 2030 y un 75 % de los envases.

El presidente del PP, Gabriel Company, aseguró este lunes que su partido asume la reducción y las líneas generales de la ley pero censuró los plazos. Dijo que la presidenta Armengol «quiere ser pionera en todo» y eso provoca que «con sus prisas» no reúna el consenso suficiente. Se refería a las críticas de grandes productores y de cadenas de supermercados.

Alberto Jarabo, portavoz de Podemos, también aludió a estas críticas, pero lo hizo para elogiar la propuesta. Afirmó que «por momentos, este Parlament parecía el Congreso de los Diputados o el Parlamento Europeo, con presiones de empresas y lobbies» pero que, «al final vamos a hacerla viable».

Company también se quejó de que se lleven tantas leyes a un pleno y aseguró que el Govern «hace como los malos estudiantes, dejarlo todo para el final».

María José Camps (PSIB) censuró esta visión del PP que, dijo, ignora que cuando las leyes llegan al pleno, ha sido después de un largo debate previo. Según Camps, «la única aportación del PP en la última Junta de Portavoces fue preguntar si se habilitaría un bufet de comida dado que el pleno era largo».