Ejemplar de ‘arpella’ posado en un campo de cultivo.

TW
0

La Conselleria de Medi Ambient, Agricultura i Pesca está preparando una estrategia sobre conservación de aves agrarias en plena vigencia de la polémica sobre las nuevas Zonas de Especial Protección de las Aves (ZEPA), que el pasado viernes dio lugar a una tractorada ante el Consolat de la Mar para exigir la retirada de esta declaración.

Las aves agrarias son aquellas vinculadas a los ecosistemas agrarios. En el caso de Mallorca, entre estas especies se podría citar a la guàtlera, el terrolot, la arpella, la arpella cendrosa (muy escasa en la Isla) o el falcó cama-roig.

Como se recordará, la Conselleria ha creado nuevas ZEPAS en áreas agrarias: el Pla de Vilafranca y el Pla des Blanquer (Maria de la Salut, Santa Margalida y Llubí). Si contamos la ampliación de la ZEPA de la Marina de Llucmajor, la afectación en áreas agrarias superaría las 7.000 hectáreas.

La conservación de aves agrarias es planteada por la Unión Europea y por entidades públicas de investigación como el propio Consejo Superior de Investigación Científicas, además de entidades conservacionistas.

La preocupación por esta conservación viene por la constatación de que la avifauna ligada a los usos agrarios es precisamente la que sufre una recesión más generalizada en el ámbito europeo. Para la Conselleria, en este sentido, resulta conveniente proteger los agrosistemas y estimular el mantenimiento de las prácticas agrarias.

De esta manera, la estrategia que prepara Medi Ambient incluye la formación y participación de los propios payeses para mantener su actividad como factor clave para contribuir a la conservación de las aves agrarias.

Sin embargo, una parte importante del sector agrario y cinegético no lo entiende así. Asaja, a través de su gerente, Joan Simonet, registró el pasado viernes, coincidiendo con la tractorada, un escrito dirigido a la presidenta del Govern, Francina Armengol, pidiendo la retirada de la declaración de las nuevas ZEPA. Asaja ha criticado que las declaraciones se han realizado sin consenso ni justificaciones técnicas, y no se ha dado respuestas a las alegaciones que en su día se presentaron. Además, la organización agraria considera que la declaración de ZEPA en un área agraria supone que cualquier nueva instalación o cambio de cultivo se ven sometidos a evaluaciones de impactos ambientales.

Simonet anunció que si no se retiran las declaraciones de nuevas ZEPA agrarias, Asaja se reserva la presentación de recursos y la convocatoria de mayores movilizaciones.