La obra del metro se seguirá pagando la próxima legislatura. | Pere Bota

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El Govern cierra el último año de la legislatura con un simbólico descenso de la deuda, algo que no sucedía al menos en los últimos 18 años. Desde 2000, la cifra ha ido aumentando de forma progresiva desde los 509 millones brutos con que arrancó la primera legislatura de Francesc Antich a los 8.723 millones con los que se cerró 2018.

Son 79 millones menos que en 2017, lo que supone que la consellera Catalina Cladera ha visto cumplidos uno de sus objetivos para este año. Ha pedido reducir el dinero que se debe al Ministerio y a los bancos a pesar de que el cierre de ejercicio ha sido complicado para el Govern ya que ha tenido que pedir dos créditos extraordinarios para pagar los daños de las inundaciones de Sant Llorenç y sentencias judiciales adversas.

La reducción de la deuda se ha producido tanto en términos absolutos como relativos si se pone en relación con el Producto Interior Bruto (PIB). El endeudamiento actual es del 28 por ciento del PIB, pero en 2015 la cifra alcanzó el 30,4 por ciento.

Un comparativo de lo que ha pasado en esta legislatura deja a las claras que estos años han sido los de la contención de la deuda, frente a la constante expansión de las tres últimas legislaturas.

Durante el primer Govern de Francesc Antich, la deuda aumentó un 68,5 por ciento, pero este porcentaje subió al 88,3 por ciento en la segunda legislatura de Jaume Matas, caracterizada por las grandes obras como las autopistas, el metro, el soterramiento de la estación intermodal, el Palacio de Congresos o el Palma Arena.

El arranque de la crisis en el año 2008 también marcó un aumento del endeudamiento en el segundo Govern de Francesc Antich, que llegó al 82,6 por ciento. Pese a la política de recortes, también José Ramón Bauzá aumentó la deuda un 40 por ciento.

La legislatura de Francina Armengol ha sido la de la estabilización y el aumento en estos tres años apenas ha sido de un 1,7 por ciento, según los datos del Banco de España.

La consellera d’Hisenda se mostró satisfecha por el «control» de la deuda. «Hemos conseguido parar el crecimiento desbocado de la deuda que se mantuvo la pasada legislatura», afirmó la titular d’Hisenda, del Govern.