Atasco en la vía de cintura palmesana. | Alejandro Sepúlveda

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El principal problema ambiental de Balears es la masificación de coches en las carreteras de las Islas, seguido del derroche de agua potable, según indica el Ecobarómetro, un estudio de opinión que cada año realizan el Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES) y las empresas Tirme e Hidrobal. El objetivo de este trabajo de investigación es trasladar al debate público los problemas, debilidades o amenazas del medio ambiente en Balears.

Los resultados del estudio realizado este año apenas difieren del de años precedentes. Cada ciudadano da cinco respuestas a la pregunta de cuáles son los problemas de Balears y el 54,7 por ciento contesta que la masificación de vehículos. Por territorios, ese porcentaje sube en Palma hasta el 61,4 por ciento y baja al 33,4 en Menorca, que es donde menos se percibe como un problema.

El 41,8 por ciento de los baleares considera que el segundo problema ambiental de las Islas es el derroche de agua, pero ese porcentaje sube hasta el 45 por ciento tanto en Palma como en la Part Forana.

El tercer problema en Balears es la masificación de personas. Así lo consideran el 39,1 por ciento de los ciudadanos e Balears, pero ese porcentaje es del 41,4 por ciento en Palma y del 40,8 en Eivissa. En la Part Forana baja al 38,9 y en Menorca apenas lo mencionan como problema un 26,5 por ciento de los encuestados.

Una de las diferencias importantes entre Palma y la Part Forana a la hora de valorar los problemas ambientales de las Islas está en el deterioro de las playas. Para el 52,7 por ciento de los palmesanos, la situación de las playas representa un problema pero este porcentaje baja al 25,8 por ciento para los ciudadanos de la Part Forana. La destrucción del territorio cae hasta el puesto 16 en la lista de preocupaciones y el temor a las prospecciones petroliferas solo lo mencionan un 10 por ciento de los consultados.

Otros problemas que se mencionan en el trabajo demoscópico son la baja calidad del agua potable, el cambio climático, la contaminación del mar o los vertederos ilegales y el derroche de energía eléctrica, según el estudio.