Fornalutx tuvo que cambiar el anterior ‘correbou’ por la bajada del ‘bou’ tras la regulación que impuso la ley y que incluía modificaciones como el uso de un toro manso. La sentencia del Constitucional no permite recuperar la anterior fórmula pero sí las corridas de toros . | Pere Bota

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La sentencia del Tribunal Constitucional sobre los ‘toros a la balear’ deja una paradoja: los límites que impuso el Govern al ‘correbou’ de Fornalutx quedarán vigentes mientras que han saltado por los aires los que regulaban las corridas de toros. El coordinador de la comisión de protección de los derechos de los animales del Colegio de Abogados, Manuel Molina, explica que ese posible efecto ya fue detectado por su colectivo cuando se aprobó la normativa: «Tendremos corridas tradicionales y un ‘correbou’ blindado».

Molina entiende que la decisión del Constitucional es «una mala noticia para los que estamos en contra del maltrato animal» y advierte en contra de que se interprete el debate en torno a los toros en clave nacionalista española: «Se han identificado estas cuestiones con aspectos políticos y debería ser algo transversal».

Para el abogado, el intento del Govern por regular los toros desde el punto de vista del bienestar animal «ha sido bueno» porque, señala, «no es lo mismo prohibir que regular, como apuntan algunos de los votos particulares a la sentencia». Critica que el Constitucional apele a cuestiones poco jurídicas como la «recognoscibilidad» de las «corridas de toros modernas»: «El problema del que no se habla es del precio que se paga en términos de maltrato animal en Baleares», añade en alusión al ‘bou’ de Fornalutx. Critica que, su actual formulación sigue siendo igual de cruel con los animales que la anterior y que el Govern perdió la ocasión de prohibirlo, algo posible porque no llegaba al siglo de historia. Otras asociaciones animalistas, como Ánima Naturalis también han mostrado su rechazo a la sentencia. En concreto, su directora, Aïda Gascón, señala que: «Atenta contra las instituciones democráticas, la voluntad de la sociedad, la moral de los tiempos y la clara evidencia de que las corridas de toros no identifican a la España moderna, sino sólo son un resquicio de un pasado que hay que sepultar en los libros de historia». La entidad anuncia movilizaciones.

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En el otro extremo, la Fundación del Toro de Lidia, saluda la decisión del Consitucional porque, en su opinión «blinda la cultura en este país y la tauromaquia». Su portavoz, ‘Chapu’ Apaolaza considera que la sentencia ha «destapado» la maniobra del Govern para «prohibir los toros sin que se note» y aplaude que la resolución deje claro que «nadie, salvo el pueblo puede decidir qué es cultura popular».

El argumento de la Fundación es que ha quedado claro que «las prohibiciones y los ataques a los toros» son inconstitucionales y afirma que los políticos que defienden la abolición también lo son. También anuncia que la entidad intentará llevar a cabo acciones de formento de la tauromaquia en las Islas y abrir una delegación. Apaolaza defiende que «los ritos» son importantes dentro de la lidia y, sobre la muerte del toro, sostiene que es equiparable a «comer animales sin matarlos».

La sentencia también tuvo reacciones políticas: El portavoz de C’s en Baleares, Xavier Pericay, señaló que «el fracaso de la ley de regulación de las corridas de toros de Baleares estaba garantizado». Desde Podemos se habla de un «grave error político» del presidente Pedro Sánchez que «fomenta el maltrato» frente a la voluntad de Parlament.