Los Jubilats per Mallorca no bajaron la guardia durante las 24 horas del ayuno. Les mueve la fe en defender a los encarcelados del Principado. | miquel a. cañellas

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Una quincena de Jubilats per Mallorca así como algunos jóvenes de Petra consiguieron terminar este jueves a las 19’30 el ayuno de 24 horas en solidaridad con los presos catalanes en Can Alcover.

Tal fue la determinación de los concentrados que cuando por la mañana se supo la noticia de que los presos catalanes abandonaban la huelga de hambre, «nosotros decidimos seguir adelante hasta cumplir las 24 horas», dijo Jaume Bonet. La mayoría de los que hacían ayuno dedicaron la jornada a actividades lúdicas y a participar en conferencias. Pero algún otro, que no está jubilado, decidió seguir trabajando, como fue el caso de Tomeu Martí, máximo responsable de Ona Mediterránia. Martí aprovechó toda la noche «para hacer algunas tareas que tenía atrasadas».

La sorpresa la dio Sili Arguimbau, actual presidenta de Jubilats per Mallorca, que tuvo que abandonar el ayuno antes de hora al sentirse indispuesta. La combativa Sili, de 64 años, sintió mareos y una fuerte migraña. Sus compañeros le pidieron que dejase la concentración, se marchase a su casa a descansar y a comer.

Por la tarde hubo conferencia de juristas en Can Alcover. Los expertos Ferràn Gomila y Catalina Moragues dieron sendas charlas a las personas en ayuno, los cuales demostraron una notable capacidad de concentración porque ya llevaban muchas horas sin comer.

Gomila les dijo que «al Estado español le está siendo imposible demostrar que hubo golpe de Estado en Catalunya porque no se produjo violencia, todo fue pacífico».

Al encuentro acudió Jordi Puig, que está dando la vuelta a Mallorca en silla de ruedas en solidaridad con los presos catalanes. También recorrerá Menorca, Eivissa y Catalunya con el mismo objetivo.