El ex presidente del Gobierno José María Aznar ha señalado que «el golpe de Estado catalán no se ha resuelto». | Teresa Ayuga

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El expresidente del Gobierno José María Aznar afirmó este miércoles en Palma que el «golpe de Estado» perpetrado en Catalunya aún no se ha desarticulado porque no basta con poner «a disposición de la justicia» a un grupo de dirigentes catalanes, sino que hay que actuar en otros órdenes de la sociedad, incluidos los grupos de apoyo o la financiación de este sistema, «que es lo que nos pidió el Rey».

El expresidente presentaba en el Club Diario de Mallorca su libro El futuro es hoy ante la plana mayor del PP balear, encabezada por el presidente de la formación, Gabriel Company. Aznar reprochó, sin mencionarlo, la suavidad del expresidente Mariano Rajoy a la hora de abordar este problema y apostó por la aplicación de un artículo 155 mucho más contundente y duradero para combatir la incipientes movimientos de ‘kale borroka’ que en su opinión se están propiciando desde la dirección independentista. «Son las instituciones las que están llamando a la ‘kale borroka’ y eso es lo más grave», porque en lenguaje político «eso es un estado de insurrección». Aseguró que estas medidas deben aprobarse ya «haya consenso o no lo haya» entre las fuerzas políticas porque no actuar supondrá «agravar el problema».

Aznar se resistió a mirar hacia el pasado y a juzgar el trabajo realizado por Rajoy, pero sí fue muy crítico tanto con el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero como con el actual inquilino de La Moncloa, Pedro Sánchez.

Acusó al primero de estar en el origen de la situación que se está viviendo en España y en Catalunya por sus apelaciones a la memoria histórica y por la «irresponsabilidad» de apoyar unas propuestas del Partido Socialista de Catalunya que, en su opinión, eran inconstitucionales.

El expresidente del Gobierno también tuvo palabras críticas para la derecha por haberse dejado contaminar por el discurso de la socialdemocracia, que es una de las razones que explican, según él, la pérdida de apoyos entre la sociedad. Sin embargo, aseguró que en estos momentos tiene «muchas esperanzas» en el PP porque Pablo Casado es una personas que ejerce un liderazgo «extraordinario» y un ejemplo de convicciones políticas. Hizo una diferencia entre quienes están en política y quienes hacen política y afirmó que Casado forma parte de esta segunda categoría.

Se mostró convencido de que tanto Europa como España están virando hacia la derecha y que en breve se comprobará en las elecciones, y también intuyó que habrá cierto contagio de los resultados andaluces en el resto de España porque fueron provocados por la situación catalana.

«Ahora hay tres derechas que están obligadas a competir, pero también a llegar a acuerdos, y debe empezarse el proceso para que converjan», señaló Aznar, quien anunció que votará al PP porque no está en su voluntad hacer daño al partido y porque es importante que al partido le vayan bien las cosas «para mantener el orden constitucional».

El expresidente del Gobierno también alertó de los intentos de los populismos de Europa y del mundo por acabar con el orden liberal imperante en Europa desde el fin de la II Guerra Mundial y, si bien consideró que Trump es un populista, defendió que este orden siga pivotando en el liderazgo de los Estados Unidos.