Imagen de archivo de trastos abandonados por ciudadanos incívicos en una calle. | Redacción Local

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Entre los meses de enero y julio de este año Emaya interpuso apenas 44 denuncias a ciudadanos por abandonar trastos en la vía pública en Palma fuera del día que corresponde a la zona o en horario prohibido, y muchas más, hasta 558, por dejar residuos o bolsas de basura fuera de los contenedores. Estas sanciones se consideran una falta leve, por lo que están castigadas con una multa máxima de 750 euros.

Esta cifra de 602 sanciones es inferior a la registrada en los primeros siete meses del año pasado, cuando Emaya interpuso hasta 886 multas por estas dos infracciones.

Además, en este mismo periodo de tiempo, la empresa municipal multó a 16 personas por no recoger los excrementos caninos. En este caso, fuentes de Emaya reconocen que la cifra es baja por la «dificultad» de coger infraganti a los infractores, «ya que si ven cerca a un controlador medioambiental retiran los excrementos».

Otras 95 denuncias fueron puestas en esos primeros meses del año a ciudadanos por ensuciar la vía pública y 18 sanciones más se debieron al abandono de escombros o sacas de residuos de obra en la vía pública o en solares. Otras tres multas se pusieron por publicidad dinámica y seis más por vertidos de aguas residuales.

Por tanto, en total el Servicio de Inspección Medioambiental formado por controladores ambientales de Emaya interpuso 740 sanciones por los incumplimientos mencionados en los primeros siete meses del año. El mes en que más multas se registraron fue enero, con 133 sanciones, y el que menos, junio, con 55 sanciones.

Los controladores o inspectores medioambientales de Emaya se encargan de denunciar infracciones a las ordenanzas de residuos, de alcantarillado o de animales de compañía. Según se explica desde la empresa municipal, ellos levantan acta y a continuación presentan la denuncia al Departament d’Ecologia del Ajuntament, que es quien finalmente tiene la competencia de sancionar al infractor. La Policía Local, por su parte, también tiene competencias directas para denunciar en estos casos.

La inmensa mayoría de estas multas se ponen a particulares, pero tampoco se libran pimes, bares o cafeterías, comunidades de propietarios, supermercados, talleres, comercios, etc.