La maestra Aida Maylin y la directora del CEIP s’Olivera, Lola Ferrer, durante su intervención. | M. À. Cañellas

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Un colegio público, que cuenta con 450 alumnos y 29 maestros ubicado en Eivissa, demuestra día a día que una escuela creativa, activa y con una mirada crítica hacia el entorno que la rodea no es un proyecto de futuro, sino que ya es una realidad en Balears. El CEIP s’Olivera de Santa Eulària es «una escuela abierta a alumnos y padres, somos una gran familia».

Así lo han explicado este sábado Lola Ferrer, directora del centro escolar, y su compañera Aida Maylin, maestra de música y jefa de estudios del colegio que trabaja con alumnos de Infantil y Primaria. El centro potencia la relación con los menores y las familias para que sea «el pilar» de su sistema educativo, que se desarrolla «con mucho cariño».

El centro s’Olivera consta de un edificio de dos plantas. Cuando abrió sus puertas en 2005 «prácticamente sólo tenía sillas, pupitres y muchas aulas vacías», tal y como explicó su directora. Con los años se han creado espacios abiertos, aulas interactivas, zonas en las que se realizan todo tipo de talleres y en las que niños y niñas intercambian todo su potencial creativo.

Reciclaje

«Somos una escuela comprometida con el medio ambiente y con la sociedad», añadió Ferrer. Por ello, trabajan en el uso responsable del agua y la luz; en la reutilización del material escolar, sobretodo el papel, y en favorecer el reciclaje. La escuela ha creado espacios diferenciados como la imaginoteca (para que los niños desarrollen su creatividad) o la constructeca (para que construyan objetos jugando) e incluso áreas dedicadas a trabajar las matemáticas de forma que aprender esta materia sea divertido para los niños.

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«Aprovechamos todos los espacios, cualquiera es bueno para aprender», afirmó la directora del centro, que lleva trabajando en s’Olivera desde que abrió sus puertas.

Los alumnos de 3 a 12 años conviven e intercambian espacios sin problemas e incluso se ha creado la figura del padrino (estudiante de Primaria) y el ahijado (Infantil) que aprenden y juegan juntos.

Por otra parte, tal y como recordó la jefa de estudios, Aida Maylin, el hecho de que «s’Olivera sea el único centro público de toda la Isla con la jornada partida hace que alumnos, maestros, padres e incluso abuelos convivamos muchas horas como si fuéramos una gran familia».

Otra de las cuestiones que destacaron ambas maestras es la apuesta del centro por el «respeto a la diversidad», ofreciendo «una enseñanza personalizada para garantizar la igualdad de oportunidades» e inculcando a los alumnos valores como la solidaridad, el respeto a los otros, la responsabilidad, la tolerancia, la actitud de diálogo, el espíritu crítico, la cooperación, la responsabilidad, y «valores personales de autonomía y creatividad».

La intervención de Ferrer y Maylin concluyó con la proyección de un vídeo. En él que se observa como los niños y las niñas pasan su día a día aprendiendo y disfrutando con todo lo que están haciendo.