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La consellera d’Hisenda, Catalina Cladera, recibió una semana antes de las inundaciones de Sant Llorenç un demoledor informe interno del departamento de Emergències que supone una premonición de lo que sucedería siete días después.

El informe, firmado por el jefe de servicio de ordenación el día 2 de octubre, alerta de que existen deficiencias «graves e inadmisibles» en el departamento y una «manifiesta carencia» de medios humanos que no permiten atender «con garantías» las necesidades de un sistema «esencial» de seguridad.

La consellera reconoce que recibió el informe ese día, pero precisa que los «problemas» que detalla no tienen que ver con la tragedia de Sant Llorenç. «Fue un fenómeno extraordinario que desbordó todas las previsiones y que las habría desbordado en cualquier circunstancia», dijo. Insistió en que los incidentes se resolvieron y se atendieron gracias a 200 efectivos que salvaron a 340 personas. «Habría pasado lo mismo con el doble de personal», concluye.

El informe denuncia «sistemáticos incumplimiento» de las obligaciones que tiene la Administración, ineficiencia del sistema «por falta de voluntad política» y una «grave inacción por parte del órgano que ostenta la competencia».

El documento hace un detallado recorrido por las carencias del servicio y adelanta algunos de los problemas que se produjeron apenas una semana después. Asegura que en esos momentos no existía un mecanismo eficaz de organización de respuesta en caso de emergencia, como la que sobrevino el día 9, porque no había un sistema de respuesta a grandes emergencias sino «una serie de guardias en precario de manera localizada» que cubren una primera respuesta en Mallorca y que dejan a las demás islas supeditadas a disponibilidades externas.

Las guardias

«Incluso se están intentado suprimir algunas de estas guardias bajo el argumento de que resultan ser un gasto excesivo», añade. El documento reconoce que las emergencias extraordinarias no pueden predecirse, pero precisamente por eso es necesario que el personal esté disponible en todo momento con un sistema de guardias eficaz que evite «improvisaciones no deseadas».

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El informe también es premonitorio a la hora de detallar los problemas a los que iba a enfrentarse el 112. Asegura que este servicio «está en peligro, el centro se cae, el personal trabaja en una plataforma obsoleta con unos sistemas anticuados» y se lamenta del número de incidencias que soportan «cada día» gestores «que opera con vidas humanas».
Falta de personal en el 112

«La falta de personal en este departamento es más que acuciante» ya en la sala de operaciones «la plantilla se encuentra en mínimos históricos». El día de las inundaciones, por ejemplo, había cinco operadores cuando tenía que haber habido ocho. Se perdieron más de 1.000 llamadas y durante los primeros tres cuartos de hora no se tomaron decisiones porque no había un analista.

El informe avisaba de que en un día normal se pueden perder un 20 por ciento de llamadas. «Un servicio esencial de la Comunitat se presta en precario y sin garantías», señala. «Es necesario cumplir con estándares requeridos para un servicio de estas características en el que diariamente se encuentra en juego la vida de las personas», añade.

Además se denuncia que la red interna de comunicación de emergencias, el TetraIB –que también dio problemas en Sant Llorenç– no esté gestionado por un ente competente en la materia sino por otra empresa, Multimedia, que no se somete a criterios técnicos «ni cubre las necesidades que se han ido poniendo de manifiesto».

El documento avisa de las carencias presupuestarias y de que los sistemas de emergencias están obsoletos, entre ellos el Inunbal, que es el que se tuvo que aplicar una semana después. El autor del informe es, precisamente, el jefe de servicio que estuvo después al frente del operativo en Sant Llorenç como responsable del Inunbal.

«Soy muy consciente de lo que sucede», señaló Catalina Cladera, quien asegura que el Govern lleva meses trabajando para mejorar el servicio. Reconoció que ha habido problemas para contratar a personal por «rigidez» del sistema, pero insistió en que desde mayo se pagan algunos complementos y recalcó que ha habido varias reuniones con los jefes de emergencias para mejorar el servicio.

Puede consultar aquí el informe completo.