El grupo promotor de ‘Crida per Palma’ durante la lectura del manifiesto. | Jaume Morey

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Activistas de la izquierda, sin aparente adscripción partidista pero vinculados a los movimientos sociales y al trabajo en las barriadas de Palma, impulsan una «candidatura rupturista» para las elecciones municipales del próximo año.

Después de debatir su ámbito de actuación han decidido centrarse en Palma. Se hacen llamar Crida per Palma y han convocado para el próximo 20 de octubre una asamblea con la idea de lanzar formalmente la propuesta. Ayer presentaron su manifiesto.

Un manifiesto que leyó Maria Bover, que recoge el «descontento» por el ritmo de los cambios y la gestión de la izquierda en las instituciones y que asume las críticas contra el modelo turístico.

«Aspiramos a construir un proyecto desde la determinación de no parar ante una vorágine turística que requiere poner límites», leyó. Y añadió: «No basta con corregir los excesos, queremos ser una enmienda a la totalidad en impugnar el régimen del 78», en alusión al año en que se aprobó la Constitución y que sentó las bases del actual modelo político.

El modo que Crida per Palma ha elegido para concretar su proyecto organizativo tiene ciertas similitudes con el de las Candidaturas de Unidad Popular (CUP) aunque, según precisó uno de los promotores, «hay gente de las CUP pero no somos las CUP».

Durante la lectura del manifiesto, cada una de las personas asistentes, exhibió cartulinas con las señas de identidad del proyecto: soberanía, independencia, república, feminismo, etcétera.

El manifiesto considera «tibias y decepcionantes» las propuestas del Pacte de Progrés a la hora de cambiar el modelo del PP.