Fachada del hospital Son Dureta. | Pere Bota

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La consellera de Sanitat, Patricia Gómez, ha señalado este jueves que confía en que las labores de demolición del Hospital Son Dureta comiencen antes de que acabe la legislatura y ha negado que este tipo de reformas de hospitales provoque el cierre de algún otro centro, como el Hospital Joan March.

Así lo ha expresado en un Desayuno Socio-Sanitario de Europa Press, donde ha asegurado que, «si todo va bien», pronto se elegirá cuál es el mejor proyecto arquitectónico presentado que se llevará a cabo al término de las obras de demolición, cuyo inicio está previsto para el mes de enero de 2019.

En concreto, la consellera ha informado que, finalmente, en lugar de tramitar la reforma por fases, sacaron «un concurso de ideas de proyecto arquitectónico», el cual espera que se conozca pronto. «Ya se han presentado propuestas y, ahora, el jurado decidirá», ha explicado.

Asimismo, ha explicado que este tipo de reformas no afectará a la continuidad de otros centros hospitalarios, como el Hospital Joan March. «Absolutamente no», ha asegurado Gómez, quien también ha reivindicado el proyecto de Gobierno en las Islas Baleares en cuestiones Sanitarias: «Estamos creando un modelo de atención para personas mayores distinto y, por lo tanto, las infraestructuras tienen que ser para atender a esa población». Las obras de demolición de parte del Hospital Son Dureta fueron anunciadas a principios de este año y cuentan con una dotación presupuestaria de 219.025 euros. Con esta reforma, el Gobierno balear prevé incorporar 76.000 metros cuadrados de infraestructuras, 450 camas y 120 plazas residenciales.