La compraventa de viviendas de lujo es un factor fundamental para entender el aumento en la recaudación del Govern. | ARCHIVO

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El mercado inmobilario del lujo le está saliendo muy rentable al Govern, que este año puede batir el récord absoluto de ingresos tributarios gracias a los impuestos que pagan los compradores de casas de alto nivel. Hasta junio de este año, la Conselleria d’Hisenda ha recaudado 291,5 millones de euros con el impuesto que grava las compraventas de vivienda, el de transmisiones patrimoniales.

El comprador de una vivienda que tenga un precio superior de un millón de euros debe pagar al Govern un 11 por ciento del valor en concepto de impuesto de transmisiones patrimoniales. Es decir, al precio de venta de la vivienda tiene que añadir 110.000 euros del impuesto, al que además se suman otros gastos derivados del impuesto de actos jurídicos documentados, que también gestiona el Govern. A mayor precio de la vivienda, más ingresos para el departamento de Catalina Cladera, que ingresa 660.000 euros si la vivienda se vende por seis millones de euros, precio al que salen alguna de las villas más lujosas de Balears.

Esos 291 millones de euros representan un 5,58 por ciento más que el año pasado, pero para ver la espectacular recuperación de las arcas públicas del Govern basta con echar la mirada cinco años atrás: el Ejecutivo de José Ramón Bauzá ingresó en 2013 267 millones de euros con todos los impuestos; en seis meses, y con un solo impuesto, el de Francina Armengol ya ha superado esa cifra.