La plataforma de estacionamiento de Aviación General está al completo durante todos los meses de verano. | M. À. Cañellas

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El tráfico de aviones privados, tanto en su modalidad de aerotaxi como de jets particulares, ha aumentado en tres años un 40 % en el aeropuerto de Son Sant Joan. En el acumulado enero-julio el incremento de pasajeros ha sido de un 5,4 % y el de aviones un 9,2 %, según datos de AENA.

Julio ha sido el mes con más tráfico del año, al registrarse un movimiento de 1.758 aviones (4.255 pasajeros), con una media diaria superior a los 50 movimientos que en los fines de semana ha superado los cien vuelos por día.

Gestair, uno de los dos operadores de Aviación General en el aeropuerto de Palma, indica que la demanda de este tipo de transporte «ha crecido de forma exponencial en los últimos años por la proliferación de la oferta y porque hay un tipo de demanda que pide este tipo de transporte. Se trata de un tipo de aviación para empresarios, gente de vacaciones con alto poder adquisitivo o profesionales liberales», señala el jefe de escala de Gestair en Palma, Alejandro Hermoso.

Los aerotaxis, que son jets privados compartidos, vienen en su gran mayoría de Niza, Cannes, Cerdeña, Farnborough (Londres), Múnich, Núremberg y Berlín, en lo que respecta a aeropuertos extranjeros, y de Barcelona, Madrid y Málaga en cuanto al tráfico doméstico. Palma aglutina el 20 % de todo el tráfico de aerotaxis en España.

Alto nivel

La llegada de los servicios ‘low cost’ en la aeronavegación privada de alquiler ha sido posible gracias al desarrollo de los «very ligths jets», entre los que destacan el Cessna 510-Citation Mustang o el Eclipse, que es el más utilizado en España. Ambos son jets de cuatro plazas capaz de volar tres horas a 12.000 metros de altitud y 700 kilómetros por hora. El interior de estos aviones es similar a un coche de gama alta o media.

Este tipo de oferta de transporte canaliza a la Isla un segmento vacacional de alto nivel, que beneficia a hoteles de cinco estrellas, coches de alquiler, comercios y, especialmente, a la restauración.

El turismo residencial de lujo también influye, de ahí el alza de jets privados que llenan cada día la plataforma de estacionamiento de Aviación General.