El turismo de borrachera que llega a la Isla es el que acarrea más problemas a los consulados, así como la fiebre del ‘balconing’ y la oleada de robos a turistas. | Redacción Cultura

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La actividad consular durante los meses de temporada alta en Mallorca crece de manera exponencial por la llegada masiva de turistas de todas las nacionalidades y porque la población residente extranjera casi se duplica.

Los principales consulados europeos, léase alemán, británico, francés, sueco o italiano, debido a este incremento implementan su trabajo, la mayor parte de las veces por hurtos, pérdida de documentación y, en algunos casos, por muertes por accidentes de tráfico o por el balconing.

Todos los consulados están operativos al cien por cien, ya que los problemas que se generan de junio a septiembre multiplican por dos y por tres los trámites en comparación con el resto de meses del año. El cuerpo consular reconoce que una de las principales cuestiones que más quebraderos de cabeza les provoca son los robos de documentación.

La cónsul de Alemania en Mallorca, Sabine Lammers, puntualiza al respecto: «Al final de cada verano recibimos de la Policía cajones de bolsos con documentación. Los robos que se denuncian solo son la punta del iceberg de lo pasa realmente, ya que los ciudadanos que nos llegan con este problema es porque necesitan una identificación para poder regresar a Alemania. El resto no viene porque dispone de algún documento que acredita su identidad».

En los mismos término se expresa el cónsul francés Michel Magnier. Hace especial hincapié en que «en el verano tenemos especial trabajo con la emisión de salvoconductos por pérdida o robos de pasaportes. Sin él no pueden regresar a Francia, aunque hay aerolíneas, caso de Ryanair, que ponen todas las trabas y dificultan al máximo el uso de documento oficial».

‘Balconing’ y alcohol

Los responsables diplomáticos de los consulados de Francia, Reino Unido y Alemania se mantienen a la expectativa este verano por los escándalos derivados del el turismo de alcohol y el fenómeno del balconing. Magnier añade que en este tipo de incidentes «aplicamos el protocolo establecido y antes de hacer nada verificamos la identidad del fallecido, así como tramitar los informes preceptivos para así, cuando procede, avisar a la familia. Son hechos luctuosos que marcan».

Cuestiones relacionadas con las personas mayores, problemas de salud y funciones de registro civil, como la emisión de certificaciones de fe de vida, son otras actividades que proliferan por el gran número de turistas que llegan a Mallorca de todas las nacionalidades.

Desde el Consulado de Suecia apuntan que de enero a diciembre, por la colonia residente, se tramitan ingresos hospitalarios, ayudas a personas con dificultades por desconocimiento del idioma por otros motivos ajenos a su voluntad.

Los consulados alemán y británico, debido al aumento del turismo de alcohol en la Platja de Palma y en Punta Ballena, respectivamente, llevan años padeciendo situaciones un tanto delicadas por los excesos etílicos y por desordenes de orden público. Aquí, si hay que resaltar la labor proactiva de un diplomática es la del embajador del Reino Unido en España, Simon Manley, que conoce la perfección a la Isla y que fue uno de los principales impulsores para erradicar el incivismo en Magaluf, en concreto en Punta Ballena.

Este verano se han producido 12 accidentes graves, de los cuales siete han sido mortales por lanzarse jóvenes desde ventanas y balcones de hoteles y apartamentos. Ningún representante consular entiende las razones de estos fenómenos, pero los repudian y quieren tomar las medidas adecuadas para que no vuelvan a producirse. La colaboración con los hoteleros es máxima en todas las zonas turísticas de la Isla, pero en concreto en la Bahía de Palma.

Residentes

En lo que sí coinciden todos los consulados es que el día de mayor afluencia es el lunes, lo que satura muchas veces su trabajo al no disponer de personal suficiente para satisfacer la demanda de turistas y residentes fijos en Mallorca.

La amplia colonia residente alemana, británica, francesa e italiana propicia, precisamente, que tengan que hacer funciones de registro civil para resolver problemas de legalización de documentos, trámites en operaciones de compraventa de inmuebles o actividades de recreo, principalmente en el sector náutico.

Al margen de estos consulados, los que representan a países africanos, latinoamericanos y de Centroamérica superan con creces el volumen de trabajo de los europeos, en concreto por el elevado número de ciudadanos de países radicados en los citados continentes que viven y trabajan en Mallorca y resto de islas.