Clase oficial de refuerzo en un instituto de Palma. | Teresa Ayuga

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La Asociación Balear de Centros de Formación, integrada en PIMEM, ha mantenido una reunión con la Conselleria d’Educació para denunciar que una parte del profesorado público da clases particulares fuera de su horario laboral de manera ilegal.

El presidente de la asociación, Pedro Daniel Pérez, declaró este jueves a este periódico que «existe competencia desleal e intrusismo de una parte del profesorado. Han aumentado significativamente los anuncios ofreciendo ‘clases de refuerzo o de repaso’. El problema surge cuando estas clases las dan profesores públicos de forma ilegal».

Pérez recuerda que «para que un profesor público dé clases particulares en su domicilio debe pedir la compatibilidad a la Conselleria. No puede dar este tipo de clases a sus alumnos ni a los del centro donde trabaja. Y debe contar con seguro, licencia municipal de actividad y acceso para discapacitados. Si los ingresos por esta actividad son superiores al salario mínimo, tiene que darse de alta del Impuesto de Actividades Económicas y cotizar a la Seguridad Social». Pérez añade que «esta práctica se está extendiendo sin cumplir con los requisitos legales y se anuncia por redes sociales y medios de comunicación. Con precios a la baja y sin pagar impuestos, se están generando unos ingresos de dinero negro.

No nos molesta la competencia. Nos molesta la competencia desleal e ilegal».

Según el presidente de la asociación, «el conseller, Martí March, se comprometió a distribuir una circular entre los centros públicos recordando a los profesores su régimen de incompatibilidades. Además, se pondrá en contacto con la Conselleria de Treball para realizar inspecciones de actuaciones presuntamente irregulares. Puede resultar complicado tratándose de domicilios particulares, pero si la actividad se ha anunciado amplia y públicamente, la situación puede cambiar. También nos hemos ofrecido a la Conselleria para colaborar en las clases de refuerzo que planifica y organiza el departamento autonómico, en especial a los alumnos con mayores necesidades y con menos recursos».

Finalmente, Pérez destaca que «no tenemos nada contra los alumnos mayores que ofrecen clases de repaso a alumnos de cursos inferiores para ganarse un dinero, pues no son una competencia real y su actividad es tolerable».