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La regidora de Bienestar y Derechos Sociales del Ayuntamiento de Palma, Mercè Borràs, ha confirmado este jueves que «ninguna de las familias» realojadas desde Son Banya con motivo del desmantelamiento del poblado ha sido trasladada a «ninguno de los cinco barrios vulnerables de Palma».

En declaraciones a los medios de comunicación Borràs ha explicado que aunque el Camp Redó no es un «barrio vulnerable» desde su departamento sí se ha considerado como tal y ha dicho también que en el documento del pacto político para terminar con Son Banya las viviendas sociales de este poblado sí se consideran de especial vulnerabilidad.

Por esto, ha anunciado que, para que quede por escrito, va a proponer a los integrantes del pacto que se considere al barrio entero como vulnerable porque, tal como ha dicho, este pacto entre todas las fuerzas políticas municipales «es muy importante» y no quiere que se puedan dar «falsas interpretaciones».

Asimismo, ha dicho que en caso de que hubiera alguna «excepcionalidad» en relación a los realojos en alguno de los barrios vulnerables, el traslado «siempre» tendría que estar acompañado de un informe técnico y antes debería pasar por una comisión política donde, tal como ha remarcado, están representados todos los partidos políticos.

«Esto no se ha producido, no tengo ningún informe técnico sobre la mesa ni se ha convocado la comisión», ha remarcado.

A pesar de esto, ha reivindicado que «Palma es una ciudad de acogida y de ninguna manera» se puede dar la espalda a unas familias que «merecen una nueva oportunidad».

Respecto a las tareas de derribo de este jueves, Borràs ha señalado que sobre las 10.00 horas han accedido las máquinas retro excavadoras y que se va trabajando «lentamente pero en orden y con seguridad» por lo que «probablemente» este jueves se acabará con el derribo de las tres primeras casas del poblado.