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La Federación de Enseñanza de CCOO (FE-CCOO) de Baleares ha visto necesario que las pruebas de la fase de oposición docente «no sean eliminatorias», ya que así los opositores podrían demostrar en la segunda parte «la aptitud pedagógica del aspirante y su dominio de las técnicas necesarias para el ejercicio docente».

El sindicato has señalado en un comunicado que han pasado a dicha segunda parte «más candidatos que plazas ofertadas», lo que indica que «el acceso a una plaza se disputará también por los méritos en la posterior fase de concurso, donde la antigüedad, titulaciones y formación permanente será valorada para la obtención de una plaza pública».

Además, la Federación ha considerado que si las pruebas no fueran eliminatorias, «se facilitaría que los aspirantes que deben desplazarse entre islas pudieran planificar su estancia y evitar desplazamientos sólo para hacer entrega de la programación didáctica, como ha sucedido este año».

En esta línea, han destacado que si este año han sido eliminatorias se debe «a la votación que se produjo en la sectorial de educación donde las ocho Comunidades Autónomas gobernadas por el PSOE votaron a favor, mientras que las ocho del PP en contra».

«Fue el voto de Cataluña, en manos del Gobierno del PP por culpa del 155, que hizo decantar la balanza. Por lo que, esperamos ahora que el nuevo Gobierno decante la balanza hacia la no eliminatoriedad», ha manifestado el sindicato.

Por otro lado, CCOO ha hecho hincapié en que «se han vehiculizado las demandas, dudas y reclamaciones de los aspirantes, que han podido ser resueltas de forma clara y rápida, contribuyendo también a la transparencia del propio proceso».

En esta línea, el sindicato ha destacado que una de las demandas más repetidas ha sido por parte de los tribunales, que han contado con una media de 60 aspirantes, por lo que han tenido que ampliar su horario laboral más allá de sus obligaciones para poder tener listos alrededor de unos 100 exámenes en un tiempo prudencial.

Finalmente, FE-CCOO ha dicho que espera que en esta segunda fase «el número de aprobados sea superior al de las plazas ofertadas para evitar que queden demasiado plazas desiertas y se pueda realizar la fase de concurso; donde los aspirantes podrán hacer valer hasta diez años de experiencia docente, a diferencia de los cinco de las pasadas».