«Una de las imágenes que más daño hacen a nuestro patrimonio son los cables colgados en las fachadas», afirma José Hila, regidor de Urbanisme.

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¿Una calle de Palma o de una ciudad del Tercer Mundo? Esta es la pregunta que se hacen muchas personas cuando ven el cableado que cuelga de las fachadas y los postes de madera.

Esta situación se da prácticamente en toda la ciudad, desde el centro a Platja de Palma o Cala Major. Además, ARCA denuncia que este problema va a más. «En los últimos años el problema se ha multiplicado. La fibra óptica ha llenado nuestras fachadas de cables de una manera intolerable. Las empresas de telefonía y televisión son empresas que ganan mucho dinero, que nosotros pagamos por su servicio, y no hay derecho de que causen ese gran perjuicio estético», denuncia Àngels Fermoselle, portavoz de la entidad proteccionista.

Obligación

ARCA reprocha que «los cables son unos de los elementos que más afean la ciudad» y hace tiempo que reclama al Ajuntament que «cumpla con su obligación de proteger y mejorar un patrimonio muy importante: la imagen de la ciudad». En este punto, Fermoselle recuerda que «el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) es claro en ese aspecto: obliga al soterramiento».

Sin embargo, las calles de la capital balear están llenas de cables. «El Ajuntament hasta ahora ha mirado hacia otro lado», critica. No obstante, reconoce que es positivo que el Pacte haya presentado un plan piloto para eliminar el cableado de sa Calatrava, así como que en el resto de la ciudad vaya a ser obligatorio soterrar el cableado de las fachadas de las nuevas construcciones, rehabilitaciones integrales y rehabilitaciones de fachadas.

Pese a ello, Fermoselle advierte que «no garantiza que no se sigan poniendo cables en la inmensa mayoría de las fachadas». ARCA cree que la primera obligación de Cort es evitar que se pongan más cables y a continuación, tomándose el tiempo necesario, llevar adelante planes para soterrar los existentes». Además, puntualiza que «el soterramiento debería ser a cargo de las empresas, ya que la normativa ampara a Cort. «La buena imagen de la ciudad es un activo económico de primer orden y los de aquí nos sentiremos mejor y menos invadidos», concluye.

La portavoz de la Plataforma Antidelincuencia de Platja de Palma, Ana Rodríguez, lamenta que una de las principales zonas turísticas ofrezca esta imagen a los visitantes y exige al Consistorio que actúe. Por su parte, el edil de Urbanisme, José Hila, reconoce que «una de las imágenes que más daño hace a nuestro patrimonio son los cables colgados en las fachadas, por eso hemos aprobado el plan para eliminarlas en sa Calatrava, como plan piloto que se extenderá a todo el centro histórico».