Trabajadores y socios del gimnasio del grupo Cursach viven entre tristeza y decepción el cierre de las instalaciones deportivas este 4 de mayo. | Ana Largo

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Este viernes los tornos del MegaSport están desbloqueados. Muchos de sus 9.000 usuarios pasan por las instalaciones para realizar sus últimas clases, despedirse de los monitores, «que después de tantos años son como de nuestra familia», entregar las llaves de las taquillas y cerrar sus cuotas. Caras de decepción en ellos y de tristeza entre los trabajadores, alrededor de 200, que opinan que «el Ayuntamiento de Palma se ha cebado, ha ido a hacer daño y no piensa en las familias de los trabajadores ni en el servicio que hemos ofrecido durante tanto tiempo». MegaSport cierra definitivamente sus puertas a las 23.00 horas al no poder hacer frente a las exigencias del decreto del consistorio.

«No nos lo esperábamos y hoy todavía no nos lo creemos. Supongo que cuando a las once cierre, lleguemos a casa y nos sentemos en el sofá nos daremos cuenta de que se ha acabado», lamenta David Pérez, coordinador de Fitness. Un sentir compartido por otros empleados que este viernes se abrazan, ante lo que definen como una despedida forzosa. Otros cuelgan carteles, en los que informan de que este domingo a las 11.00 se manifestarán en la plaza de España por «¡Una justicia justa!».

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Invitan también a sumarse al resto de la 'familia' del gimnasio, a los usuarios que a partir de este sábado «seremos conscientes de que ha cerrado porque se verá alterada nuestra rutina». En recepción otros piden explicaciones: «¿Qué podemos hacer? Soy usuaria de siempre». Los empleados no tienen respuesta, no saben qué ocurrirá en un futuro. «Llevo doce años viniendo cada día. No es justo, y menos si es por razones políticas», manifiestan otros.

MegaSport vive una jornada enrarecida. A las 23.00 sus salas se quedarán vacías, y algunos esperan que no sea por mucho tiempo. La próxima semana abrirá pero sólo para que los usuarios realicen sus solicitudes de devolución. El grupo Cursach les ha explicado que Cort no les ha dejado «ningún margen para mantener la actividad»; no obstante, y así se refleja en las notas que hay colgadas por todas las instalaciones, no quieren que sea una despedida definitiva y el grupo empresarial tiene intención de reabrir «cuando el proyecto presentado sea aprobado por los organismos políticos competentes».