Primer tramo del segundo cinturón, entre Son Ferriol y la carretera de Inca | Redacción Local

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El GOB ha insistido este miércoles al Consell de Mallorca que retire el proyecto que tiene previsto para los nuevos accesos al Coll de'n Rebassa y que presente una alternativa «mucho menos impactante, más equilibrada y menos costosa».

En opinión del grupo ecologista, el segundo cinturón de Palma es un proyecto «absolutamente desmesurado y faraónico, totalmente desproporcionado e impactante».

Esta obra es «un atentado contra el entorno y las políticas de movilidad y equilibrio territoriales sostenibles que instituciones como el Ayuntamiento de Palma o el Govern dicen defender».

Ante la aprobación definitiva de este proyecto, la entidad conservacionista vuelve a exigir que se deseche y se consensúe uno nuevo que no sea un «atentado paisajístico irremediable».

«Lamentamos -afirma el GOB- que la mayoría progresista del Consell de Mallorca siga apostando únicamente por el modelo desarrollista y económicamente más caro de carreteras, autopistas y grandes obras viarias, lo mismo que impulsaba el PP y UM, el de la corrupción y el asfalto».

El GOB señala que en esta legislatura «ya hemos visto» la aprobación de infraestructuras «impactantes» como el enlace de Lloseta y la autopista de Campos.

Además, el segundo cinturón de Palma es «una idea de la época de Jaume Matas y Maria Antònia Munar: sería la guinda perfecta de una legislatura completamente decepcionante en todos los sentidos con respecto a las políticas de cambio de modelo de carreteras, territorial y urbanístico».

En este sentido, «sólo podemos decir que, más que un cambio, lo que habremos vivido (en esta legislatura) habrá sido un recambio para seguir generando el mismo destrozo, haciendo crecer la saturación y los metros de asfalto y cemento», lamenta esta entidad.

Además, el GOB recuerda que el Gobierno del Estado solo ha presupuestado este año 15 millones de euros del convenio de carreteras, por lo que se entendería «mucho menos» que el Consell de Mallorca hipotecara los recursos económicos de la institución ya que el coste del segundo cinturón se aproximaría a los 40 millones.