La llegada masiva de turistas, la mejora económica general y las obras de remodelación de la planta hotelera han incidido de forma directa en que en 2017 se alcanzara el récord absoluto de generación de residuos. | M. À. Cañellas

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El año 2017 tenía que haber sido el del cierre de dos hornos de la planta incineradora de Son Reus, pero no solo no fue así, sino que acabó siendo el año que en el que se batieron todos los récords en incineración de residuos: 554.814 toneladas, un 20 por ciento más que hace tan solo cuatro años. El plan director de residuos que preparó el anterior gobierno insular, con la ‘popular’ Catalina Soler como consellera de Medi Ambient, preveía el cierre de dos de las cuatro línea de incineración. Ello suponía eliminar la posibilidad de quemar 300.000 toneladas y dejar la planta de Son Reus con capacidad para quemar 430.000 toneladas, muy por debajo de todo lo que se incineró el año pasado.

Esa reducción debía lograrse con el aumento de la recogida selectiva de residuos, pero la realidad es que aumenta la recogida selectiva, pero también lo hacen los residuos en bruto lo que en estos momentos aleja la posibilidad de plantear un cierre inminente de la planta.

No solo eso porque, según datos oficiales del Consell de Mallorca, durante los meses de verano, la planta incineradora llegó a su límite máximo: la capacidad de quema es de 60.000 toneladas al mes, y en julio y agosto entraron en Son Reus 56.838 y 56.840 toneladas respectivamente. En los meses de temporada baja, la entrada de residuos a la planta supera de media las 40.000 toneladas.

Los llamativos datos de incineración se explican por dos razones, básicamente. El primero de ellos es el elevado número de turistas y el récord de presión humana en las Islas durante el verano. El segundo elemento que explica la punta máxima de entrada de residuos está en el aumento de las reformas hoteleras: de todos los escombros que llegan a la planta de tratamiento de Mac Insular, una parte que no es propiamente escombro sino otros restos va a la planta incineradora. El año pasado llegaron por esta vía 63.564 toneladas de residuos asimilables a los urbanos.