Edificio de Consumo, situado en la calle Jesús de Palma. | Teresa Ayuga

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Hasta 1.341.626, 25 euros se ingresaron este 2017 en las arcas de la comunidad autónoma procedentes de las sanciones interpuestas por la Dirección General de Consumo a diferentes empresas tras concluir que habían cometido fraudes al consumidor.

Las tiendas multiprecio, el automóvil, las telecomunicaciones y los transportes fueron, por este orden, los sectores que en 2017 recibieron más sanciones. De las más de 7.000 reclamaciones recibidas en la Dirección General de Consumo del Govern balear por parte de usuarios -el dato aún no está cerrado-, entre 200 y 300 concluyeron en sanciones.

Cabe recordar que la Administración realiza también sus propias inspecciones de oficio. Según detallaron, los expedientes abiertos por los nueve inspectores de Consumo que acabaron en sanciones lograron recaudar más de 350.000 euros.

Se duplican las cifras

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La actividad sancionadora creció en 2017 y el importe ingresado por las sanciones interpuestas se ha duplicado respecto a los últimos años. En 2016, se alcanzaron los 679.281,35 euros. La explicación se encuentra en diversos factores, como la entrada en vigor de la nueva ley en 2014, que permite multas más elevadas, o la sanción de hasta 320.000 euros a la compañía Vueling han contribuido a disparar ese importe en 2017.

El director general de Consumo, Francesc Dalmau, detalló que el 35% de ese 1,3 millones de euros llegó a través de las sanciones interpuestas como consecuencia de las investigaciones realizadas por los propios inspectores de la Administración, mientras que el resto, el 65, tuvieron como origen una reclamación de un consumidor.

Las tiendas multiprecio, donde se detectaron sobre todo juguetes y otros productos inseguros o sin etiquetar, siguen siendo el sectores más multados, «aunque no implica que sea e. No obstante, este 2017 fue en el sector del automóvil -compra-venta, reparaciones y alquiler de coches- en el que se abrieron más expedientes, un total de 43.

Por su parte, el sector del transporte aéreo, marítimo y las agencias de viaje es el que ha recibido este 2017 las multas más altas. Sólo la de Vueling alcanzó los 320.000 euros.