Sebastià y Xisca Camps han sustituido a su padre al frente del local del Forn de la Glòria. | Imágenes: Pere Bota Montaje: Ana Largo

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Sebastià y Xisca Camps regentan uno de las panaderías más antiguas de Palma: el Forn de la Glòria. Se tiene conocimiento de su existencia desde 1717, pero Sebastià precisa que ya se habla de él en el Llibre de Repartiment de Jaume I. El edificio actual fue construido en 1870 por un empresario de Sóller. En 1903 se reformó y se introdujeron los elementos modernistas de su interior. Estos hermanos son la segunda generación que se encuentran al frente del establecimiento; su padre trabajaba allí y se lo compró al propietario en 1973. «Casi he nacido aquí», explica Sebastià. Para ellos el horno es su vida, su casa. Por ello, pese a que han recibido suculentas ofertas para venderlo, las han rechazado todas. «No hay dinero suficiente para comprar el Forn de la Glòria», sentencia.

El Forn de la Glòria, situado en la calle Forn de la Glòria, 7, conserva su carácter y en su interior aún permanecen los muebles de la tienda del siglo XX, con trazas de decoración modernista y el horno tradicional para la elaboración de los productos típicos de Mallorca, siguiendo las recetas tradicionales y el calendario popular. La vocación y el cariño con el que realizan su trabajo se palpa nada más entrar en el local. Los turistas, especialmente los alemanes, se encuentran entre los más asiduos y han convertido el Forn de la Glòria en una de sus visitas obligadas cuando vienen a Mallorca.

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Aunque ahora se ha puesto en valor lo artesano y lo tradicional, no siempre ha sido así. Sebastià recuerda que en la década de los 80, con la aparición de las grandes superficies, sufrieron una crisis muy fuerte. Pese a las dificultades, nunca se han planteado cerrar el horno.

En Palma han cerrado muchos comercios tradicionales en los últimos años, por lo que Cort ha elaborado un Catálogo de Establecimientos Emblemáticos, en el que se encuentra el Forn de la Glòria con la categoría B1, es decir, cumple dos de los tres requisitos y uno de ellos de una forma muy significativa. En este caso son la antigüedad y el desarrollo de una actividad singular.