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El pleno del Consell de Mallorca ha aprobado este jueves por unanimidad una propuesta del grupo popular de ampliar el ancho de la calzada de la carretera que une Llucmajor y s'Estanyol en 2018 para mejorar su seguridad.

La moción aprobada es para redactar un nuevo proyecto de ampliación y mejora de la carretera de Llucmajor-s'Estanyol en 2018 que modifique el actual cruce con la carretera de Cabo Blanco y amplíe el ancho de la calzada de los últimos 4 kilómetros hasta la llegada al núcleo de s'Estanyol, ha informado el PP en un comunicado.

El proyecto dará solución a «un antiguo problema para el cual el PP ya redactó durante el pasado mandato un proyecto para su resolución, que fue rechazado por la Comisión Balear de Medio Ambiente y que ahora será modificado», indica la nota.

La consellera popular Margalida Roig ha expresado su satisfacción por la aprobación de la moción que ha defendido en el pleno de este jueves para una obra que ha calificado de «una prioridad en beneficio de la seguridad de los usuarios» debido a «la gran peligrosidad» del tramo.

Ha recordado que se trata de «una vía muy estrecha, frecuentada por muchos ciclistas durante todo el año, que presenta importantes desniveles y que linda con una pared seca que ha provocado desprendimientos» y que ha dado lugar «a los continuados accidentes de tráfico que se han registrado en esa carretera en los últimos años».

Por otra parte, el equipo de gobierno insular ha votado en contra de la moción presentada por el PP de redactar, tramitar y aprobar dentro de la reserva de zona viaria actual el proyecto de la Ronda Norte de Inca.

El portavoz popular, Mauricio Rovira, ha lamentado «el retraso que, con esta decisión del Pacte, sufrirá en el futuro la realización del trazado completo de la Ronda Norte».

Rovira ha dicho que con la decisión de realizar sólo una parte del trazado «únicamente se parchea el problema de movilidad que sufre Inca y todos los usuarios que deben atravesar la ciudad para llegar a los municipios vecinos de la Serra».

Por otra parte, Rovira ha reprochado al equipo de gobierno que haya aprovechado el Pleno de hoy «para colar la noticia» de la suspensión de las medidas cautelares que impidieron levantar el pasado mes de septiembre las barreras de los peajes del Túnel de Sóller.

«Ahora podrá hacerse la foto más cara de la historia que, como mínimo, le costará a los mallorquines 17 millones de euros cuando la realidad es que el túnel sería gratuito para todos en el año 2022», ha reprochado Rovira al presidente del Consell, Miquel Ensenyat, en relación con el coste que supondrá rescatar la concesión de la explotación del túnel.