Imagen de las torres de telecomunicaciones que permitirán activar la futura red.

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La Conselleria d’Innovació, Recerca i Turisme y la Universitat de le Illes Balears (UIB) están experimentando la viabilidad de una red pública de comunicación, basada en la utilización de sensores de localización, que se pondrá en marcha a lo largo del próximo año y que tendrá aplicaciones prácticas. A la larga, y desde una aplicación específica podrá accederse a cualquier información en tiempo real.

Cuando la red esté operativa, y según la explicación facilitada desde la antigua empresa Multimedia, que ahora se llama IBITEC, se podrá conocer desde el caudal de un torrente, a la disponibilidad de amarres en un puerto, la afluencia de público a espacios naturales, el nivel de saturación turística en puestos claves o la ocupación de aparcamientos. Otra utilidad, ya se está negociando con el IBD, será la localización de mujeres con pulseras contra el maltrato.

Proceso complejo

El proceso es complejo pero si se cumplen las previsiones (ya se ha hecho una prueba piloto en el Parc Bit), la aplicación de una red de sensores de largo alcance y de bajo consumo permitirá que ayuntamientos, consells y otros organismos públicos estén conectados sin necesidad de conexión wifi.

La red, que aplicará el concepto de ‘internet de las cosas’, complementará al despliegue y mantenimiento de la red de comunicaciones móviles para los cuerpos de seguridad y de emergencias (TetraIB), que comparten todas las administraciones públicas de Balears.

Desde la Conselleria d’Innovació se indica que se trata de una experiencia pionera en la Administración autonómica. Hasta ahora sólo se había utilizado en el sector privado y en el ámbito empresarial. El responsable de la antigua empresa Multimedia, Bartomeu Tugores, ha indicado a este diario que será la primera red pública del Estado español y que, posiblemente, tampoco tiene precedentes en la Unión Europea.

«Ampliaremos el abanico de servicios innovadores y más allá de su aplicación práctica, reflejará nuestra apuesta por un modelo más diversificado y sostenible», indica.

Los presupuestos de 2018 que ahora tramita el Parlament incluyen una partida de 21 millones de euros para políticas de innovación e investigación. Supone un incremento del 16,3 %. En esa partida se incluye la preparación de la nueva red.