El acusado en la Audiencia Provincial. | Alejandro Sepúlveda

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Eran amigos, miembros de dos familias acomodadas de la ciudad. «Yo le vi nacer», declaró el empresario mahonés cuando se refirió al abogado, S. T. B., al que acusa de haberle estafado 464.000 euros en una frustrada operación de compra de un solar de la cuarta fase del Polígono Industrial, propiedad de la sociedad Comosa cuyo consejo presidía el inculpado.

El juicio para determinar si incurrió en estafa, apropiación indebida, como sostuvo la fiscal, o solo un préstamo que no ha podido devolver, como dijo su defensor, Javier Tamarit, quedó este viernes visto para sentencia en la Audiencia de Palma. La Fiscalía pide cinco años de cárcel y la devolución del dinero.

Como conclusión, S. T. B. admitió que la crisis se le vino encima en aquella época, «todo me fue mal, como a muchos otros, pero mi voluntad siempre fue devolverle el dinero y sigue siéndola». El abogado aseguró que le propuso la compra de aquél solar a partes iguales por una suma cercana a los 900.000 euros, gastos incluidos, por encargo de Comosa.

«Le entregué varios pagarés que él aceptó», dijo, para sostener que fue un préstamo aceptado del que solo ha podido devolver 40.000 euros. El abogado aseguró que «hasta le he ofrecido mi vivienda para que la vendiera o alquilara o la tuviera en usufructo y firmamos una garantía hipotecaria ante notario sobre la casa para asegurarle que cobraría».