Una de las primeras imágenes del equipo de Gobierno en Cort al inicio de la legislatura, en el año 2015. | Pere Bota

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Hay muchas posibilidades de que los presupuestos del Ajuntament de Palma de este año se tengan que prorrogar para el 2018 que viene ante las serias dificultades que están encontrado los tres partidos que gobiernan en Cort para pactar las cuentas de 2018, según advierten algunas de las fuentes consultadas. Estas fuentes reconocen casi de forma unánime que hay «preocupación» y todas admiten los «nervios» que presiden las reuniones de los portavoces del tripartito ante los que son «los presupuestos más importantes de la legislatura», porque son los últimos antes de las próximas elecciones municipales. Está en juego mucho, la campaña ya ha comenzado –es evidente desde hace meses– y a la meta que supone ganar los comicios solo cabe la opción de llegar en solitario.

Desde el PSOE, una fuente anónima resta tensión y asegura que «creo que sí se aprobarán los presupuestos a tiempo». Aunque reconoce nervios los explica por el ahogamiento que está provocando en los ayuntamientos la regla de gasto del ministro Montoro. Asegura que «la mayoría de los regidores del Consistorio palmesano tiene asumido que el año que viene no habrá dinero para grandes alegrías y que el trato va a ser el mismo para todos». Lo contrario, añade, «son comentarios malintencionados». Pero desde fuera de este partido se indica que los socialistas están presionando en las negociaciones para abastecer con suficiencia algunas áreas para poder abordar promesas como la dotación de personal y armas en la Policía Local y la renovación de los autobuses de la EMT.

MÉS está poniendo el énfasis en los proyectos de urbanismo, área que controla en esta segunda parte de la legislatura. Por eso para los econacionalistas oír hablar de que no habrá dinero supone el peor de los escenarios. Desde Podemos también se admiten nervios y preocupación. Esta es la primera legislatura para este nuevo partido, que a estas alturas aún no ha visto cumplidas algunas de sus aportaciones más relevantes a los acuerdos de gobierno.

El año pasado a estas alturas ya estaba el presupuesto más que decidido, en cambio este año se acumula un retraso de más de un mes.