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Al menos 200 mujeres desempleadas, que actualmente están inscritas en el SOIB, se podrán beneficiar del programa de inserción laboral para víctimas de violencia género que el Govern tiene previsto poner en marcha en los primeros meses de 2018.

El objetivo principal de esta iniciativa, pionera en España, es «garantizar la independencia económica» de estas mujeres para que puedan «empezar una nueva vida».

Así lo ha señalado el conseller de Trabajo, Iago Negueruela, quien ha precisado que, una vez que estas mujeres estén en el circuito de búsqueda de empleo, se intentará que encuentren un puesto de trabajo en la empresa privada, si bien, en aquellos casos que no es posible, el Govern garantizará su contratación «directa» mediante una convocatoria abierta, a través de corporaciones locales, empresas públicas y entidades sin ánimo de lucro.

Negueruela, junto a la consellera de Presidencia, Pilar Costa, han presentado en rueda de prensa los detalles del anuncio que realizó hace una semana la presidenta del Govern, Francina Armengol, durante el Debate de política general y que tiene como finalidad «fomentar la independencia económica» de este colectivo garantizándoles un puesto de trabajo durante un año.

Negueruela ha precisado es «difícil determinar el número de mujeres que han sufrido violencia machista que se acogerán a esta medida» y, en este sentido, ha aclarado que estas 200 mujeres son las que figuran actualmente como demandantes de empleo. «Eso no quiere decir que haya más posibles beneficiarias de este programa», ha insistido al respecto.

«Un nuevo trabajo, una nueva vida», es la finalidad con la que, según el conseller, trabajarán conjuntamente el SOIB y el Ib-Dona para facilitar la inserción laboral de estas mujeres, a través de un programa de contratación pública dirigido a las víctima de violencia que están en desempleo y que «no han podido incorporarse al mercado laboral ordinario».

Por su parte, Costa ha apuntado que en el 2016 el IB-Dona atendió a unas 1.500 mujeres por violencia por parte de sus parejas, de las cuales el 50% habían presentado denuncia por esos presuntos maltratos.

Evitar la dependencia económica de las mujeres maltratadas

En este punto, la consellera de Presidencia ha indicado que, en muchas ocasiones, «la principal causa de no presentar denuncia es, precisamente, esta dependencia emocional y también económica que tiene hacia sus presuntos agresores».

«Se trata de que estas mujeres puedan ser autónomas y autosufientes desde un punto de vista económico y que puedan salir de este círculo vicioso que supone la dependencia de su pareja», ha argumentado Costa al respecto.

El conseller de Trabajo ha manifestado que esta iniciativa dispondrá de un «crédito inicial», que no ha concretado, y que, según ha afirmado, será una partida abierta porque irá en función de las necesidades que existan para poder garantizar el puesto de trabajo durante todo el año.

En cuanto a la previsión salarial de estos puestos de trabajo, Negueruela ha apuntado que el sueldo que percibirán «estará sujeto a los distintos convenios colectivos de las entidades que las contratan y en función del puesto de trabajo que ocupen» las nuevas trabajadoras. Con todo, ha calculado que la media estimada que percibirán será de 1.800 euros brutos.

Costa, por su parte, ha precisado que «para acceder a este programa no es necesario que exista una sentencia firme por maltrato» y ha matizado que este programa estará coordinado desde IB-Dona y el SOIB, que ya dispone de un departamento específico de tutorización de orientación laboral para víctimas de violencia machista, los que coordinará todo el proceso de búsqueda de ocupación a este colectivo.

«Con esta medida el Govern da un paso más, garantizando un puesto de trabajo que asegure esa independencia económica necesaria para dar una oportunidad de trabajo que se pueda ver también como una nueva vida», ha apostillado el titular de Trabajo.