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La Conselleria de Innovación, Investigación y Turismo inició en junio de 2016 los trámites para relevar al jefe del Servicio de Inspección por disconformidad con los métodos que empleaba, tras detectar que se preavisaba de inspecciones o que incluso se concertaban.

El funcionario aparece en una conversación con el directivo de Cursach, Bartolomé Sbert, transcrita en el sumario del caso que investiga la presunta trama de corrupción para favorecer a determinados empresarios. Esta conversación tuvo lugar en abril y según se desprende de la misma habrían concertado una inspección para principios mayo para facilitar un resultado favorable.

Aunque oficialmente el relevo se inició para pedir nuevos requisitos para cubrir esta plaza de libre designación, fuentes de la Conselleria han indicado que el procedimiento estuvo motivado por que la Dirección General no estaba de acuerdo con los «criterios» del ex jefe del servicio, tras detectar este tipo de prácticas.

Según estas fuentes, esta decisión procedía de la Secretaría General de la Conselleria y del equipo de la directora general de Turismo, Pilar Carbonell. Ante los movimientos para relevarlo del cargo, el entonces jefe del servicio pidió una excedencia voluntaria de tres años. Por este motivo, actualmente la Conselleria no puede abrir un expediente disciplinario dado que el trabajador no está en activo.

El plazo de la excedencia finalizará en 2019 después de las elecciones autonómicas. En cualquier caso, el procedimiento penal tiene prioridad y cualquier procedimiento administrativo debe esperar a la resolución de la vía penal.

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Asimismo, en aquellos momentos los inspectores trabajaban por zonas de forma que los empresarios tenían una relación directa y fluida con los inspectores de sus respectivas zonas. Precisamente, uno de los nuevos criterios introducidos es que las inspecciones se asignen aleatoriamente mediante sorteo a los diferentes trabajadores del servicio para evitar tratos de favor a determinados establecimientos.

INSPECCIÓN EN EL BH MALLORCA

El sumario sobre el que recientemente se ha levantado el secreto recoge una conversación telefónica mantenida en abril de 2016 entre Sbert y jefe de servicio de inspecciones. En esta llamada, Sbert, que incluso utiliza un tono familiar al saludar al jefe de inspecciones con su apodo, le recuerda que tenían pendiente la inspección en el BH y se interesa por cómo van a hacerla. «¿Tú lo activas?», le pregunta.

El jefe de inspecciones le contesta que él lo hablará y Sbert le pide que sea a partir del 8 o 10 de mayo. «Día 8 o día 10 me dices cosas, es porque ahora abriremos, que rodemos un poco y a partir del 8 o 10 de mayo sí podremos pasarla», le indica el directivo.

A esto, el funcionario contesta que «vale, perfecto» y se compromete a hablar con las inspectoras para que apunten que la inspección sea sobre la fecha indicada, puesto que él estaba de baja.