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Baleares obtuvo en julio el mayor superávit entre las comunidades autónomas, con 332 millones de euros, que supone el 1,11 % de su PIB, según datos facilitados por el Ministerio de Hacienda.

El déficit de las comunidades se situó en julio pasado en el 0,0 % del PIB, un equilibrio presupuestario que permitió un superávit de 35 millones de euros a las arcas autonómicas, según Hacienda, que apunta también que ese mes sólo siete comunidades tenían déficit.

De acuerdo con la información de ejecución presupuestaria publicada este miércoles por Hacienda, el déficit del Estado se situó en el periodo entre enero y agosto en 21.502 millones de euros, lo que equivale al 1,84 % del PIB, frente al 2,85 % del mismo periodo de 2016.

Las cifras de las comunidades llegan hasta julio, mes en el que el conjunto de las administraciones regionales pasaron de un déficit de 771 millones en 2016 a un superávit de 35 millones en este año, gracias, en parte, a la liquidación definitiva de 2015, que supuso 989 millones más respecto a la de 2014.

También ha contribuido a relajar la presión las mayores entregas a cuenta, que en su conjunto se incrementaron en un 3 por ciento respecto al año anterior, lo que representa 1.522 millones más que en 2016.

Navarra, con el 0,62 por ciento de déficit, es la comunidad con los datos más negativos en julio, seguida de Murcia (0,57 %), Castilla-La Mancha (0,30 %), Extremadura y Madrid (ambas con el 0,20 %) Aragón (0,18 %) y Castilla y León (0,16 %).

En términos absolutos, el mayor desfase corresponde a Madrid, con un déficit de 439 millones de euros.

De las otras diez comunidades, Andalucía está en equilibrio, al 0,00 %, y el resto presentan superávit, el más acusado el de Baleares, que llega al 1,11 %, equivalente a 332 millones de euros.

Además, los recursos no financieros del subsector autonómico aumentaron en julio un 2,9 % y llegaron a los 96.387 millones, lo que traduce en el 8,25 % del PIB.

Un resultado que, según Hacienda, es consecuencia del efecto contrapuesto de, por un lado, la evolución al alza en los recursos obtenidos por las comunidades procedentes del sistema de financiación por impuestos, y, por otra parte, del descenso en los recursos procedentes de fondos de la Unión Europea.