El documento incide en la necesidad de regular de forma específica la capacidad real que tiene el suelo industrial de acoger el uso comercial, especialmente equipamientos considerados como centros de gran afluencia.

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El Consell de Mallorca estudia limitar «la excesiva flexibilidad de la regulación de uso comercial en su capacidad de sustituir a otros», con el objetivo de evitar la proliferación de superficies comerciales en el territorio, especialmente fuerza de zonas urbanas. Es una de las medidas que se contempla en la propuesta del plan de equipamientos comerciales de Mallorca que elabora la institución insular y cuya aprobación inicial está prevista para el próximo mes de octubre.


Se trata de un plan muy reivindicado por parte de las patronales del pequeño y mediano comercio y que persigue establecer un equilibrio entre el pequeño comercio y las grandes superficies desde un punto de vista territorial. El documento de propuesta, sobre el que los técnicos del Consell están trabajando, pone de manifiesto la «necesidad de acotar la excesiva flexibilidad de la regulación de uso comercial, que puede producir desvíos importantes y aglomeración de actividades que alterne el tejido y que no sean capaces de ser acogidas o exijan desplazamientos excesivos».

Permisividad
En este sentido, señala que el planeamiento urbanístico actual «permite una gran cantidad de establecimientos comerciales de cualquier dimensión y posición urbana, en la práctica totalidad del suelo urbano o urbanizable de la Isla». Así se contempla en las indicaciones de carácter urbanístico. En términos globales, el plan de equipamientos comerciales del Consell busca conseguir un desarrollo territorial sostenible que procure el bienestar de la población, preservar los recursos naturales de la Isla y establecer la ordenación y las medidas de fomento del sector comercial para conseguir un desarrollo armonioso y coherente de la ocupación y el uso del suelo destinado a actividades comerciales.