El conseller ha apuntado que la reordenación pretende optimizar los recursos actuales de los puertos sin ampliar. | CAIB

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El Govern prevé reducir en un 80 por ciento las listas de espera para acceder a un amarre, hasta situarla por debajo de las 1.000 personas en 2019, mediante un proceso de revisión de las listas y la reconversión de más de 2.000 unidades de amarres de los puertos públicos.

El conseller de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons, ha presentado este miércoles el plan de reordenación de los puertos de gestión directa de Puertos de Baleares y la revisión de las listas de espera.

Con este Plan, el Govern prevé incrementar los abarres de base -los que ocupan mayoritariamente residentes- en un 308 por ciento, mediante la reconversión de 2.011 unidades que hasta ahora eran de tráfico en amarres de base.

Según han recordado desde la Conselleria, la Ley de Puertos de 2005 establece que el 75 por ciento de los amarres de cada puerto tienen que ser de base y sólo el 25 por ciento de tráfico, una situación que en estos momentos no se ajustaba a este mandato.

Ya se ha realizado la reordenación de la mayoría de los puertos y se están llevando a cabo la de Fornells, Cala Bona, Cala Rajada y Portocolom.

Paralelamente, el Govern está llevando a cabo un proceso de revisión de las listas de espera con el que ha reducido en 2017 un total de 1.877 demandantes (de 6.390 a 4.513). La Conselleria calcula que en 2019, cuando se complete el proceso, la lista se sitúe por debajo de las 1.000 personas.

Según el conseller Marc Pons, esta reordenación del puertos «responde a una demanda histórica, a peticiones de hace más diez años de los residentes que veían cómo no podían acceder a amarres, porque la mayoría eran de tráfico».

En este contexto, el conseller ha apuntado que la reordenación pretende optimizar los recursos actuales de los puertos sin ampliar. Otras líneas estratégicas de la Conselleria que ha repasado el conseller son el incremento de la inversión en los puertos con proyectos en los puertos por valor de 34 millones de euros y la revisión de los cánones que pagan los puertos de gestión indirecta.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Amarristas, Bernardí Alba, ha asegurado que «la única posibilidad de que tienen muchos residentes de hacerse al mar es tener un amarre en los los puertos públicos de gestión directa, porque económicamente no pueden acceder a los otros».

En el acto de este miércoles también han participado el director general de Puertos y Aeropuertos, Xavier Ramis, y el gerente de Puertos de Baleares, Pere Puigdengoles.