Imagen de una cigala mallorquina durante un estudio. | C. GINER

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La cigala mallorquina, también conocida como cigarra de mar o zapatilla, será una de las especies a estudiar y conservar en el marco el proyecto LIFE IP INTEMARES, que se encarga de la gestión integrada de la Red Natura 2000 en el medio marino español, ha anunciado la Fundación Biodiversidad

La «Scyllarides latus» es un crustáceo «poco conocido, pero muy codiciado por su sabor», cuyo hábitat se concentra en cuevas submarinas y grietas, según indica esta fundación del Mapama en un comunicado.

Sin embargo, la presión pesquera, las capturas ilegales y el aumento de actividades humanas en su hábitat «estaban propiciando un drástico declive de sus poblaciones en el Mediterráneo y Atlántico nororiental», según datos de la Fundación, por lo que en la última década se crearon áreas marinas protegidas.

«De esta forma se ha impulsado la recuperación de esta especie», detalla la nota, sobre todo en el Parque Nacional Marítimo Terrestre del Archipiélago de Cabrera, en Baleares.

De hecho, según estudios recientes desarrollados en ese espacio protegido «la especie apenas se mueve de sitio durante todo el ciclo anual», por lo que los expertos consideran que las medidas de gestión y vigilancia «deben centrarse en las zonas de reproducción y en las zonas de cuevas».

En este sentido trabaja el proyecto de la Unión Europea LIFE IP INTEMARES, que coordina el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y que, a través de la Fundación Biodiversidad, pondrá en marcha diversas medidas para contribuir a la conservación de las poblaciones de cigala mallorquina, entre otras especies.

En concreto, se estudiarán y cartografiarán cuevas submarinas en las que haya una actividad de buceo normalizada «con el fin de evaluar los impactos para la regulación y control de la actividad en estas zonas» en las islas Canarias y Baleares.

En el caso de Baleares, en el Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Canal de Menorca, se llevarán a cabo censos de cigala mallorquina durante su época de reproducción «para conocer el estado de la especie y conseguir que la propuesta de regulación de buceo la tenga en consideración».

A esta especie se suman otras como el calderón, un cetáceo presente en el Mediterráneo, en el Atlántico, en el estrecho de Gibraltar y en las Islas Canarias que por su aleta dorsal «puede confundirse con un delfín mular», pero se caracteriza por su cabeza roma, sin morro.

Otro de los animales protegidos será el cormorán moñudo, un ave repartida en pequeñas colonias por toda la costa cantábrica y atlántica desde el País Vasco hasta Galicia, con poblaciones dispersas en Asturias y Cantabria.

Esta especie presenta un plumaje negro azabache, que vuela a ras de la superficie marina y bucea para capturar los peces de los que se alimenta, se encuentra amenazada por el impacto de la sobrepesca, la muerte accidental en artes de pesca y, en el caso de las poblaciones atlánticas, por los vertidos de hidrocarburos y el reciente impacto del visón americano.

Para mejorar los datos y el conocimiento de estas poblaciones se desarrollarán acciones dentro del proyecto LIFE INTEMARES -el mayor proyecto de conservación de medio marino en Europa- que aportarán nuevos datos sobre el área de distribución, el uso del hábitat y su estado.