Una de las novedades del impuesto es que lo pagarán todos los cruceristas, más allá del tiempo que pasen en la Isla. | Gabriel Alomar

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El Govern ya tiene decididos varios cambios para subir la ecotasa el año que viene con el fin de intentar regular el flujo de turistas que llegan a Baleares: todos los cruceristas de paso por los puertos de las Islas pagarán el impuesto –ahora están exentos los que pasan menos de 12 horas en las Islas– y, además, la temporada baja se acortará, lo que implica que los turistas pagarán el tope máximo del impuesto durante más meses. La ley establece una rebaja del 50 por ciento en el periodo comprendido entre el 1 de noviembre de cada año y el 30 de abril del año siguiente. En el Govern ya han decidido que el mes de abril deje de ser considerado de temporada baja y a él podría sumarse también el de marzo.

A estos dos cambios de filosofía tributaria se suma la voluntad decidida del Ejecutivo de aprobar una subida en el impuesto para tratar de contener de alguna manera los flujos masivos de llegada de turistas. Es aquí donde hay más debate en el Ejecutivo entre quienes defienden una subida más acusada en los tramos más bajos y quienes propugnan una subida significativa en los tramos más altos.

Un turista que se aloja en un hostal o en un albergue paga ahora 0,5 euros diarios, que se reducen a 0,25 euros en temporada baja. Un turista de un hotel de ciudad y de hoteles-apartamentos de cinco estrellas, cinco estrellas gran lujo y cuatro estrellas superior paga dos euros, que se quedan en un euro en temporada baja. En el caso de los cruceros, el impuesto es de un euro para aquellos que hacen una escala superior a las 12 horas y están exentos los que pasan menos horas en los puertos de las Islas.