Alberto Jarabo. | ARCHIVO

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Este sábado habrá Rock & Roll político del bueno en la asamblea de Podemos-Palma. Alberto Jarabo desplegará toda su potencial eléctrico-dialéctico para que el encuentro no se convierta en un 'Laura, sí; Laura, no'. De puertas para afuera Camargo ha dicho que no aspira a la secretaría general el próximo otoño. Pero a eso no se lo creen ni las tortugas que sostienen el obelisco de la Plaça Rei Joan Carles. Laura quiere asumir todo el poder mientras Alberto, amargado por el asunto del apartamento en Son Serra de Marina, deja la silla dentro de poco. Pero no quiere dejar el partido al pairo y en manos de los anticapitalistas, prácticamente los mismos que sacaban 800 votos antes de la creación de Podemos,
El as que tiene en la mano Alberto es que el partido reclame su entrada en el Govern Armengol. Esta apuesta de debate político lo que busca en realidad es lograr que Laura, partidaria de no entrar en el Govern y, según se asegura, de sacar a Podemos de los equipos de gobierno del Consell y Cort, tenga que bajar a la arena a hablar de estrategias.

Si puede, Jarabo pondrá en evidencia su radicalismo escolástico, puro trotskismo años treinta. En el partido hay muchos que lo tienen claro «lo que busca Alberto no es entrar en el Executiu, sino dejarla en evidencia». El resultado final de esta jugada es encontrar un nuevo secretario o secretaria general «integrador dentro de Podemos y que mantenga la estabilidad del Pacte hasta el 2019. Si manda Laura, podemos irnos de cabeza a un radicalismo estéril que regalará cien caballos de fuerza al PP».

El anuncio de Jarabo de que Podemos debe entrar en el Govern ha producido ciertos nervios en el Consolat de la Mar y sus aledaños. Todo movimiento de este tipo genera preocupación, pero «la intención de Alberto no es exigir la entrada en el Executiu, su movimiento táctico es para neutralizar a Laura. Desde una perspectiva teórica, se hablará mucho, pero en la práctica se trata de poner a Camargo en su sitio». Prueba de ello es que Jarabo «no ha mantenido ninguna reunión de equipo dentro de Podemos para analizar una posible entrada en el Govern. Si ésta fuese su auténtica intención, ya lo habría hecho, con detenimiento, perspectiva y estudiando las áreas a exigir y asumir. No lo ha hecho».

El objetivo «es otro». Este sábado se verá claro. Se centra en rearmar a todos los leales a Pablo Iglesias y a la dirección de Madrid y dejarse de aventurerismos anticapitalistas a la gaditana. Ahí está la clave. Parar a Laura y su obsesión follonera es comenzar a preparar a este partido para la cita del 2019. Se trata de evitar un vuelco «fanatizado y relleno de egocentrismo».