El Banco Popular cuenta en las Islas con una red de 75 oficinas y unos 300 empleados. | Jaume Morey

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La compra del Banco Popular por el Santander por un simbólico euro ha provocado que se hayan esfumado las inversiones de los accionistas y bonistas del Popular. La plataforma de afectados por las acciones del Popular en Baleares cifra en 7.000 los accionistas que han perdido su inversión, sumando en su conjunto una cuantía económica de unos 600 millones de euros.

El presidente de esta plataforma, el abogado Miguel López, indicaba este jueves: «De momento representamos a unos 60, con unas pérdidas de siete millones de euros, pero la cifra global, según nuestras previsiones, es que llegan los 7.000 accionistas en las Islas, que suma en total unas pérdidas de 600 millones de euros».

Esta plataforma ha creado una página web (www.plataformafectadosbancopopular.com), mediante la cual quieren captar al mayor número de perjudicados por esta operación de compraventa, en la han perdido todos los títulos de la entidad que presidía hasta su intervención y compra por el Santander Emilio Saracho.

«No es lógico que el consejo de administración actual y el pasado hayan ido maquillando ejercicios contables y falseándolos, por lo que vamos a presentar una demanda conjunta y querellas contra el consejo de administración que estaba en el momento actual y el anterior. Es por ello, que en los próximos días se irán sumando más perjudicados a la plataforma», apuntó López.

Lo grave del caso es que muchos inversores de las Islas son parte de los 300 trabajadores con los que cuenta el Popular en Balears, ya que fueron en su momento «obligados» a comprar acciones en las ampliaciones de capital que se realizaron en 2012, 2014 y 2016: «Este hecho tuvo un efecto dominó, puesto que se vieron también involucrados familiares, amigos y conocidos, por lo que la bola de nieve es muy grande», señalaba el responsable del sector financiero y seguros en Balears de la UGT, Jaume Oliver.