Los cinco ediles de Podem Palma: Rodrigo Romero, Antònia Martín, Aligi Molina, Aurora Jhardi y Eva Frade. | Redacción Local

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Las bases de Podem Palma podrían plantear la semana que viene si el partido debe salir del gobierno del Ajuntament y apoyar desde fuera o permanecer dentro lo que queda de legislatura, aprovechando que en tres semanas el socialista José Hila cederá la Alcaldía al ecosoberanista Antoni Noguera. Así lo han propuesto algunas voces en las reuniones de los círculos celebradas en las últimas semanas y si las bases finalmente reclaman este debate se deberá convocar una asamblea en la que tomar una decisión, según se establece en el reglamento de la formación.

La razón de este malestar en parte de los afiliados tiene que ver con los desacuerdos que en los dos primeros años de legislatura ha habido con los socios de Gobierno de Podem en Palma, MÉS y PSOE.

Lo que más molesta, según una fuente interna de la formación morada, es que de todos los puntos que figuran en el pacto de gobierno no se haya concretado apenas ninguno, como por ejemplo la remunicipalización de escoletes o el autobús lanzadera para conectar la Plaça d’Espanya con Son Espases, que fueron aportaciones exclusivas de Podemos a los acuerdos del Pacte. Si bien el edil de Mobilitat, Joan Ferrer, anunció hace poco el bus lanzadera, lo cierto es que no será una realidad por lo menos hasta el año que viene y siempre que se haya disponibilidad presupuestaria.

Otro tema que tampoco gusta a parte de las bases es la autonomía en las decisiones que toman los socios de Gobierno. En especial se reprocha a MÉS que actúe por libre con demasiada frecuencia. Tampoco terminan de gustar en las bases podemitas los desacuerdos en el tema de la venta ambulante (PSOE y Podem no se ponen de acuerdo), el nuevo sistema de recogida de basuras, sobre el que se considera que no está funcionando, o que se haya redactado una normativa por la que se cobra a las entidades por la limpieza de las fiestas y eventos.