Los alumnos comparten en el campus de la UIB sus nervios en la primera jornada de la nueva selectividad | Youtube Ultima Hora

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Tras la primera prueba de Lengua Castellana y Literatura, los cuatro mil alumnos que este martes se examinan de la nueva selectividad se toman un primer descanso a las afueras el edificio Jovellanos del campus de la UIB. Momento para relajar los nervios iniciales y repasar, «aunque sin ningún agobio», la próxima prueba, inglés.

Recargan las pilas a base de bocadillos y fruta, y comparten algunas de las respuestas que han escrito «a toda velocidad, porque este primer examen es de mucho escribir». Así que para algunos el temido «ya tenéis que acabar» ha sido uno de los instantes más tensos de esta mañana, la primera de las tres jornadas de exámenes. «He empezado con muchos nervios pero al ver que había caído la Generación 98 y vanguardias, que es lo que cae siempre, pues me he relajado», compartía Irene Judith Martín Salinas.

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¿Castellano o catalán? Ultimahora.es ha hablado con algunos estudiantes y la balanza parece estar dividida. Por primera vez, los alumnos han podido pedir que los exámenes estén en castellano y, aunque la medida ha levantado estos días polémica entre el sector docente, ellos son bastante ajenos a esta controversia. «Yo en catalán, porque es como me expreso mejor», reconocía Rocío Marià Cerdán, mientras que Marcos Hernández explicaba que los hará todos en castellano porque «mi familia es castellanoparlante y es la lengua en la que mejor sé escribir».

Preparación

«Estudiar con antelación y los últimos días no dedicarle demasiadas horas» parece ser para muchos la clave para llegar esta martes a la PBAU sin demasiada tensión. Otros, no obstante, critican la falta de tiempo. «Es una prueba muy competitiva y no llegamos en igualdad de condiciones. Hay institutos que terminaron hace ya semanas y otros sólo hace unos días. Eso ha hecho que el estudio sea muy intensivo y llegas aquí con muchísima ansiedad». Una preocupación añadida si se persigue una nota concreta. Es el caso de Irene Cerdà Bustos, que necesita «una nota normal, un siete», o de Francina Lazarín, que quiere estudiar Bioquímica y «la nota de corte depende de cada universidad, pero me gustaría ir a la Autònoma de Barcelona y para eso necesitaría un 11 más o menos».