Anoche, a la puesta del sol, los musulmanes rompieron el ayuno del Ramadán en la mezquita palmesana. | Miguel Ángel Borrás

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Ayer, a las 4,31 horas de la madrugada del sábado, empezó el mes del Ramadán para los 32.000 musulmanes residentes en Mallorca. Éste es el noveno mes lunar que empieza con la aparición de la luna a finales de Sha’ban (octavo mes en el calendario lunar islámico). Es el mes sagrado de los musulmanes, durante este tiempo no comen, ni beben, ni pueden tener relaciones sexuales, desde que nace el sol hasta el ocaso. «El objetivo del ayuno es enseñar a los musulmanes la paciencia y la humildad, así como recordarles lo afortunados que son, y hacer hincapié en la ayuda al necesitado y en aquellos con menos suerte», comenta el imán Yousseff Jouihri.

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Por la noche, puesto el sol, la familia se reúne para cenar y romper el ayuno. Normalmente la cena consiste, primero en comer dátiles y leche; después se toma la harira, que es una sopa tradicional de Marruecos, cuyos ingredientes son carne y legumbres, procurando que tenga muchas proteínas; finaliza la cena con la chabakia que son unos dulces muy bien elaborados a base de mucho azúcar.

En la mezquita, de la calle Hort de Torrella de Palma, a las 21,07, se sirvió una cena para romper el ayuno; en la misma asistieron un grupo de personas que no tienen familia ni sitio para cenar. El imán les sirvió la cena.