Kyle Maynard, Marta Andreu y Juan Pablo Escobar junto a algunos de los jóvenes que asistieron al congreso. | Teresa Ayuga

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Los asistentes vibraron este juves con la VII edición del congresoLo que de verdad importa’ (LQDVI) celebrado en Trui Teatre de Palma. Los 1.300 jóvenes que abarrotaron el teatro no quisieron perderse la cita en la que tres personas llenas de solidaridad, superación y optimismo ofrecieron sus vivencias para inspirar a las nuevas generaciones.

En esta edición, la Fundación ‘Lo que de verdad importa’ ha traído los testimonios de Kyle Maynard (un joven norteamericano que ha conseguido superar todos sus retos a pesar de haber nacido sin brazos ni piernas), Marta Andreu (auxiliar de vuelo que tras conocer de primera mano el desastre del terremoto de Haití fundó la ONG AEA Solidaria) y Juan Pablo Escobar (pacifista hijo del narcotraficante colombiano Pablo Escobar). El congreso se inició pasadas las 9:30 de la mañana con unos minutos de baile urbano a cargo de la escuela Urban Diamonds que conectó a los asistentes con las charlas. Las tres conferencias estuvieron retransmitidas por streaming a través de la web de la Fundación, y contaron con la presencia de los patrocinadores (Heliocare, Bankia, Movistar, Fundación Rafael del Pino, Cuatrecasas, Axa Seguros, Randstad Fundación, Iberostar y Air Europa), además de la delegada de la Fundación LQDVI, Joana María Adrover, la tía del tenista Rafa Nadal.

El detalle emotivo lo puso el equipo de la fundación. La presentadora del congreso y directora Internacional y de Relaciones Institucionales, Pilar Cánovas, cumplía años, por lo que sus compañeras la sorprendieron cuando estaba en el escenario con un ramo de flores y con todo el Trui Teatre cantando ‘Cumpleaños feliz’.

Kyle Maynard fue el primer ponente, en todos los aspectos. Y es que además de abrir el congreso, fue también la primera persona que participó en el primer congreso de LQDVI, hace diez años en Madrid. El norteamericano nació con amputación congénita, es decir, sin brazos ni piernas. Pero esto no le ha impedido conseguir sus sueños. A sus 31 años ha jugado a fútbol americano, ha sido campeón de lucha libre contra personas sin discapacidad, llegando a estar entre los 12 mejores del país y ha escalado el Kilimanjaro y el Aconcagua. Cuando nació, los médicos aseguraron a la familia que nunca podría hacer vida normal, vivir solo ni conseguir un trabajo normal. Kyle asegura que eso no se cumplió «porque mis padres me trataban de manera completamente normal, y no me sentía discapacitado».
El deportista considera que lleva una vida «como cualquier otro». Su testimonio estuvo cargado de anécdotas, como que alguno de sus amigos «alucinaron la primera vez que me vieron conducir y hablar por el móvil a la vez», o cuando mostró al público la agilidad para moverse, desatando los vítores entre el público en muchos momentos. Kyle acabó su ponencia explicando que «al principio no conocemos nuestro potencial, pero debemos explorar nuestros límites?».

El segundo testimonio corrió a cargo de la palmesana Marta Andreu, una auxiliar de vuelo de Air Europa que cambió su manera de ver el mundo a raíz del terremoto que asoló Haití en 2010. Andreu aseguró que «en vez de quedarnos descansando en el resort de República Dominicana decidí ir junto con otros compañeros a ayudar a Haití», y definió la situación como «lo más horrible que alguien puede ver». A raíz de esto, se comenzó a gestar la ONG AEA Solidaria, y comenzaron a hacer más proyectos en lugares como India, Etiopía, Bolivia y República Dominicana, siendo estos dos últimos en los que siguen trabajando. Los momentos más emotivos llegaron cuando Andreu contó que Jorge, uno de los chicos que había sido expulsado del orfanato de Bolivia por tener 18 años, vino a estudiar hostelería a Mallorca y se quedó en su casa porque «no conocía lo que era estar en familia». Al final de la ponencia, la azafata subió al escenario a dos jóvenes dominicanos. La chica cantó ‘Puede ser’ de El Canto del Loco.