Trabajadores de Emaya en la plaza Progreso. | Pere Bota

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Desde hace diez días los trabajadores de Emaya que prestan sus servicios en la zona de avenida Argentina, Santa Catalina, Pueblo Español y Son Espanyolet tienen que cambiarse en los baños del bar de sa Feixina, después de que fuesen desalojados del centro de operaciones de la plaza del Progrés por riesgo de derrumbe debido a unas grietas.

«No tenemos taquillas, ni donde ducharnos», lamenta uno de los operarios. «Si llueve no tenemos ni un techo donde refugiarnos», añade. Además, subraya que hasta las 10 de la mañana que abre el bar no tienen luz en el baño, por lo que no pueden utilizarlo. Tampoco tienen una oficina, donde poder colgar los turnos, anuncios y otras informaciones de interés.

Otro de los problemas que se derivan es que cada día tienen que traer los carros de Son Pacs.

Los trabajadores critican que llevan meses avisando del mal estado del centro de operaciones de la plaza del Progrés y reprochan que hasta que no amenazaron con llamar a la policía y a los bomberos no fue evacuado.

Los empleados de Emaya de esta zona no son los únicos que denuncian unas condiciones laborales «pésimas». En términos similares se expresan los de la zona centro, que llevan toda la semana sin luz en su local de operaciones, ya que la han cortado por impago.

La dirección de Emaya responde que el impago de la luz ha sido por parte del propietario del local y asegura que ya se ha solucionado. Respecto al local de la zona del Progrès, señala que «se trabaja intensamente para encontrar un nuevo local».