En la imagen, la consellera insular de Medi Ambient, Sandra Espeja, reunida con representantes de los municipios que participan en el proyecto europeo 'Blue Islands'. | @EspejaConsell

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Las playas de Torà en Peguera (Calvià), Sa Canova (Artà) y en Es Caragol (Santanyí) han sido designadas para un estudio sobre el impacto de los residuos ligados a la estacionalidad turística y ya se han tomado en ellas muestras para analizarlas, un muestreo que se repetirá a lo largo de tres años.

La consellera insular de Medi Ambient, Sandra Espeja, se ha reunido con representantes de los municipios que participan en el proyecto europeo 'Blue Islands' para determinar el impacto de los residuos turísticos, que irá acompañado de una campaña dirigida a fomentar el reciclaje entre los turistas, ha informado el Consell de Mallorca en un comunicado.

'Interreg-MED Blue Islands' es un proyecto en el que tan sólo participan islas de la zona mediterránea y a través del cual se analizará cómo afecta la estacionalidad turística en la generación de residuos.

Espeja ha presentado a los representantes municipales el calendario previsto para llevar a cabo el resto de muestreos, para coordinar a todos los actores implicados y que se puedan llevar a cabo de manera correcta.

En la reunión también ha participado representantes de Amics de la Terra y del Instituto Oceanográfico de las Islas Baleares, organizaciones que también colaboran en el proyecto.

Los muestreos que se llevarán a cabo durante los tres años que dura el proyecto para estudiar el impacto de los residuos ligados a la estacionalidad turística.

Las tres playas han sido elegidas según las directrices marcadas por el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA) en función de unas características concretas para llevar a cabo el estudio que debe incluir una playa con gran afluencia turística, una remota y una intermedia.

El estudio implica el análisis tanto de la zona terrestre como de la marítima de cada playa.

Para tomar las muestras se delimitan cien metros de línea de costa para trabajar y se recoge y se hace un inventariado de todos los residuos que se han encontrado, incluidos los microplásticos de menos de 0,5 centímetros.

Posteriormente se eligen cinco puntos de la zona delimitada para recoger muestras de arena según el protocolo establecido por el ICTA.

Las muestras recogidas se enviarán a la Universidad Autónoma de Barcelona para que sean analizadas. Estos muestreos, con la misma metodología, se están llevando a cabo en las diferentes islas que forman parte del proyecto: Rodas, Creta, Mikonos, Sicilia, Cerdeña, Malta, Chipre y Mallorca.

En el estudio, el departamento de Medi Ambient del Consell llevará a cabo tareas técnicas de estudio y pondrá en marcha una campaña de sensibilización turística para fomentar el reciclaje.

El presupuesto es de 210.118 euros, de los cuales el 85 % procederán de financiación europea y el resto lo aportará la institución insular. Además, la Direcció General d'Educació Ambiental, Qualitat i Residus es miembro asociado del proyecto.

En el proyecto participan 13 entidades o instituciones de siete países diferentes (Grecia, Croacia, Italia, Malta, Francia, Bélgica y España), coordinados por el Ministerio de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente de Chipre. El presupuesto total del proyecto es de 2,7 millones de euros.