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La Audiencia Provincial ha confirmado la condena a un registrador de la propiedad de Palma que tendrá que indemnizar con 100.000 euros al vendedor de una finca que fue inscrita dos veces por una negligencia.

En el año 2004 los propietarios de una finca en Cala Llamp acudieron al registro para dividirla en dos y así lo hizo constar el registrador. El problema es que la misma operación se había llevado ya a cabo veinte años antes, en 1984.

La finca nueva fue vendida por su dueño en una operación de más de 400.000 euros. El nuevo dueño fue quien descubrió que, en realidad, había dos inscripciones distintas en el registro para una misma finca que ya tenía un propietario legítimo. A partir de ahí se iniciaron una serie de juicios para aclarar quién tenía que pagar por esa finca.

Un primer procedimiento terminó con una sentencia de la Audiencia que condenaba al vendedor y al registrador de la propiedad. Entre ambos tenían que devolver al comprador el dinero que había pagado más los gastos que hicieron en la operación. Aquella resolución entendía que hubo una actuación negligente por parte del registrador ya que no hizo ninguna comprobación sobre las dos fincas a pesar de que la descripción era «plenamente coincidente».

Después de que se resolviera ese primer pleito empezó un segundo, que es sobre el que ahora ha decidido la Audiencia Provincial. En este caso era la empresa que vendió la finca y que fue condenada quien reclamaba los daños que había sufrido al registrador de la propiedad por su negligencia.