El caso de la niña agredida en un colegio de Son Roca generó un importante revuelo mediático. | Alejandro Sepúlveda

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La Associació de Periodistes de les Illes Balears (APIB) ha instado a evitar el sensacionalismo y las «insinuaciones peligrosas», y ha denunciado las dificultades a las que se exponen los profesionales de la información a la hora de acceder a la misma, tras las críticas surgidas por el trabajo de los periodistas en relación al caso de la niña agredida en el Colegio Público Anselm Turmeda de Son Roca.

A través de un comunicado, APIB subraya que el deber periodístico es contrastar y utilizar diversas fuentes para conseguir una información «lo más veraz posible, siempre en una posición de defensa y protección de los derechos de los menores que protagonizan el suceso».

«Ante hechos de incuestionable interés público, el “ruido mediático” debe existir. Siempre desde la responsabilidad, pero debe existir», afirman.

La entitad profesional recuerda que, «sin perjuicio de la autocrítica necesaria», «todos los códigos éticos subrayan la especial protección del menor y cómo los medios deben evitar la espectacularización en estos temas».

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«La recomendación es acudir a instituciones y fuentes expertas, lo cual ha sido prácticamente imposible. Creemos que esto se podría haber evitado, en gran medida, si el Govern y la comunidad educativa (sindicatos de profesores, asociaciones de padres, asociaciones de directores) se hubieran volcado en dar la versión oficial de los hechos. No obstante, la ética periodística exige pluralismo y dar voz también a otras fuentes y no beber únicamente de las oficiales».

Asimismo, apunta que la Federación de Asociaciones de Periodistas Españoles (FAPE) tiene un decálogo sobre la información relativa a la infancia y adolescencia, que pide «otorgar prioridad a la protección y al interés superior del menor».

En base a este texto, los periodistas deben «vigilar la exactitud y contextualización de los contenidos de las noticias relacionadas con la infancia» y «comprobar de forma especialmente cuidadosa la fiabilidad de las fuentes».

Por su parte, el Col·legi de Periodistes de Catalunya tiene un manual más detallado en el que recomienda «consultar fuentes especializadas y/o institucionales que aporten elementos para contextualizar los hechos desde la perspectiva de los derechos del niño».

También evitar la espectacularización de los casos en los que se vean involucrados menores, agregando que «conviene no dar protagonismo a testimonios cercanos a las personas agresoras o a las víctimas, o intervenciones en plató que puedan contribuir a hacer juicios paralelos».