Francina Armengol junto Biel Barceló. | Redacción Digital

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Bastó que Francina Armengol anunciase y filtrase su proyecto de rehabilitación de Son Dureta en pleno debate sobre el estado de la Comunitat para que en Més hubiese nervios. Los econacionalistas no comprenden porqué Francina no les mostró al proyecto a ellos antes de filtrarlo a la Prensa y ponerse más medallas que un mariscal soviético. Por eso, este viernes, tras el consell de Govern, cuatro pesos pesados se reunieron para «limar asperezas» en la zona noble del Consolat. Por parte socialista estaban la presidenta Francina Armengol y su puño derecho de hierro, la consellera ibicenca Pilar Costa, carro de combate acorazado de Francina dentro del Govern. Por parte de Mes estaban el vicepresident Biel Barceló y la consellera Fina Santiago, que cuando se enfada muerde más que habla.

Francina estuvo conciliadora y le recordó a Biel que ella le había comentado el proyecto en una comida que mantuvieron. Sin embargo, los de Més respondieron que una cosa es una iniciativa embrionaria y otra muy diferente un proyecto pesado, medido y plasmado en los papeles, que es lo que nunca les enseñaron los socialistas. Es más, Josefina Santiago llegó a mostrar su sorpresa porque el PSIB se lanza de cabeza con Son Dureta sin tener en cuenta las necesidades de residencias de la tercera edad, donde las carencias son también muy importantes.

De cara a la galería, volvió a haber acuerdo. Pero la procesión va por dentro. Més se encuentra en una posición compleja porque todo apunta a elecciones generales el 18-D y esta vez los econacionalistas no están dispuestos a reeditar la coalición con Podemos. La veintena larga de militantes que se opusieron a este pacto de cara a la cita del 26 de junio caminan en estos momentos más hinchados que un pavo real.

Volverán a presentarse en solitario como el 20-D, y eso que en estos momentos no hay humor ni ambiente para presentarse. Tal estado de cosas se produce mientras el PSIB se cuelga medallas con Son Dureta e, incluso, no mueve un dedo para que la abogacía de la Comunitat renuncie a algunas acusaciones contra Jaume Matas. En Més ven que los socialistas se están situando de manera muy hábil de cara a la próxima pole electoral. Por contra, Més no sabe ni qué hacer a la hora de designar el número uno de la lista, después de haber quemado a Antoni Verger en dos ocasiones.

En este contexto, Biel Barceló se entrevistó este viernes a la hora de comer con su correligionario Miquel Ensenyat en el Consell. Hablaron de las transferencias de Turisme a la institución insular, sobre todo en materia de promoción. Pero a nadie se le escapa que Més busca una mayor coordinación entre los organismos e instituciones que controla. Si no espabilan, su acercamiento al PSIB, que se explicitó en las elecciones autonómicas del 2015, se irá diluyendo, como ya pasó en las dos anteriores elecciones generales. Ha llegado para ellos la hora de espabilar. De ahí que el gol socialista de Son Dureta les hiciese tanto daño.