Javier Salinas ha oficiado este sábado su última misa como obispo de Mallorca. | Joan Torres

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Javier Salinas ha oficiado este sábado en la Seu su última misa como máximo responsable de la Diócesis de Mallorca. El hasta ahora obispo, se ha despedido de los fieles de Mallorca cuatro años después de que ocupara el cargo.

Javier Salinas Viñals anunció este jueves que concluye su etapa pastoral en la Diócesis de Mallorca, que inició en noviembre de 2012, para ejercer el ministerio episcopal en Valencia.

Salinas se ha mostrado agradecido con aquellos que lo han acompañado estos años en un sábado atípico, en el que se ha podido leer 'Gràcies, sempre al cor!' en una pancarta.

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Cientos de religiosos y laicos, así como 150 sacerdotes, han acompañado a Javier Salinas en una eucaristía marcada por el agradecimiento mutuo. En su homilía en la Catedral de Mallorca, Salinas destacó que la misa de este sábado «marca un punto en el camino de mi historia y de la vuestra». Asimismo, agradeció a la Diócesis de Mallorca «el gran sentimiento de solidaridad y el espíritu misionero» de la misma. Sacerdotes, seminaristas y colaboradores han recibido palabras de gratitud de quien ya es Obispo Auxiliar de Valencia.

Acto seguido, en el Palacio Episcopal, Sebastià Taltavull leyó el nombramiento emitido por el papa Francisco como administrador apostólico de la Diócesis de Mallorca ante el Colegio de Consultores.

El nuevo obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, llegó este viernes a Mallorca, con discreción, procedente de Barcelona, y en la terminal no le esperaban ni el obispo saliente, Javier Salinas; ni los vicarios generales, Antoni Vera, ni Nadal Bernat, provicario. Fue recibido por el presbítero Josep Roca, secretario del Obispado; y José Toledo, portero de cal Bisbe, que lo trasladaron directamente al Palau Episcopal.