La presidenta del Govern, Francina Armengol, en el acto de apertura del año académico 2016-2017 de la Universitat de les Illes Balears. | Caib

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La presidenta de Balears, Francina Armengol, ha anunciado este viernes la puesta en marcha del plan «Joves qualificats», dotado con 7,7 millones de euros, para la contratación laboral de los jóvenes que hayan finalizado sus estudios académicos y pueden acceder a su primer puesto de trabajo.

Este plan pretende «dar una primera oportunidad», que es «esencial en una sociedad en la que, a veces, no se dan, o sólo se dan entre las élites», según ha dicho en su discurso de apertura del año académico 2016-2017 de la Universitat de les Illes Balears (UIB).

En su alocución, Armengol ha exigido un Gobierno del Estado que «sea sensible a las necesidades de la comunidad educativa», según detalla en una nota de prensa el Govern.

La presidenta se ha referido a la puesta en vigor de la Lomce y ha señalado que «vivimos tiempo de incertidumbre, en el que el concepto de igualdad se ve amenazado»,

«Empezamos un curso, por primera vez, en el que los alumnos no saben si irán a la prueba de la reválida, una prueba que va en contra de la educación inclusiva y penaliza al más débil o al que tiene menos recursos», ha dicho Armengol.

«Necesitamos -ha insistido- un Gobierno que trabaje por el cambio de esta situación de incertidumbre y que busque el consenso para llegar a conseguir una ley educativa que sea capaz de estar vigente muchos años, con el acuerdo de toda la sociedad».

Armengol ha remarcado que «este Ejecutivo lucha para que, si llega definitivamente esta reválida, sea de la manera menos traumática posible».

Ha destacado que junto con la Conferencia de Rectores Universitarios de España se intenta minimizar el impacto, ya que los rectores han acordado no aplicar las pruebas de acceso a cada facultad que la Lomce ha introducido.

La responsable del Ejecutivo balear ha asegurado que el acceso a la universidad tiene que estar garantizado, sin discriminaciones de ningún tipo. «Volvemos a mantener congeladas las tasas universitarias», ha señalado.

«Muy pronto firmaremos un convenio que dará continuidad a los programas de apoyo al alumnado con necesidades económicas derivadas de circunstancias sobrevenidas, una ayuda económica que permitirá, por ejemplo, pagar la matrícula a una persona que ha perdido el trabajo o ha tenido un gasto familiar muy elevado», ha anunciado.

La presidenta ha remarcado el creciente papel del Consejo Social de la Universitat, que «ha desarrollado en este último año una gran tarea para vertebrar mejor y de manera más provechosa los vínculos entre una sociedad cada vez más cambiante y la realidad del campus». Ha subrayado también que la investigación es una herramienta que debe permitir «mirar hacia el futuro con seguridad y optimismo» y que se tiene que incluir de forma clara al «motor de crecimiento económico».

La Facultad de Medicina «es una apuesta decidida por una mejora de nuestro modelo económico basado en el conocimiento que asegure la prosperidad y el bienestar para todo el mundo. Y estoy bien segura de que tendrá un impacto económico positivo en nuestras islas», ha enfatizado Armengol.

Finamente, ha recordado que la Conselleria de Innovación y Turismo ha concedido una subvención directa para consolidar la investigación en el ámbito de la física de ondas gravitacionales.

El acto de apertura ha contado con la presencia del rector de la UIB, Llorenç Huguet Rotger; la presidenta del Consejo Social de la UIB, Francesca Mas; la vicerrectora de Docencia, Maria Dolors Forteza; el vicerrector de Investigación y Posgrado, Jaume Carot; el secretario general, Pedro Grimalt, y el catedrático de Derecho Civil, Santiago Cavanillas.