Miquel Vidal. | Pere Bota

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No se esperan sorpresas en la reunión de la Ejecutiva del PP en Madrid en las que se debatirán las condiciones que pone Ciudadanos para investir a Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. No habrá ni la más mínima disensión interna. La tropa popular le hará la ola a Mariano y en esta corriente mueven sus piraguas los dos representantes mallorquines en el evento, Miquel Vidal, en su calidad de presidente del PP-Balear y Maria Salom como vocal. Los dos isleños van a escuchar, a aplaudir, y si Mariano les pide su opinión, ya se cuidarán muy mucho de afirmar con gracejo y alegría los que las orejas presidenciales deseen escuchar.

En realidad, a Vidal y a Salom lo que de verdad les importa es la pelea interna en clave balear. Las tensiones de los madriles ya se irán resolviendo por su propio peso. Pero en el Archipiélago hay un congreso en ciernes que va a ser durísimo y, de momento, ni se sabe cuando será convocado. Primero hay que investir presidente a Mariano ( «a saber cuando será eso»), luego debe celebrarse el congreso nacional y, finalmente, llegará el balear, donde los regionalistas están afilando espadas y hachas para hacerse con la victoria.

Por tanto, que Vidal y Salom le hagan este miércoles la ola a Mariano no es sólo porque no tienen otro remedio que comportarse así. Es que les conviene que el gallego mantenga sólido y fuerte su liderazgo. Porque los regionalistas tienen (o creen tener) el apoyo de Rajoy y con él a su lado tienen muchas más posibilidades de calmar la guerra interna e imponerse. De hecho, Miquel Vidal se ha fortalecido mucho como presidente en los últimos meses y eso no ha pasado desapercibido a nadie.

Este martes en la sede del partido se comentaba que «algunas de las exigencias de Ciudadanos a Rajoy tendrán que matizarse. No es fácil modificar la Ley Electoral. Y en lo que se refiere a la supresión de los aforamientos hay que ir con cuidado en cómo se hace porque los representantes del pueblo han de tener libertad de expresión total y absoluta y no ha de caer sobre ellos la espada de Damocles de amenazas de querella».

Donde así hay consenso en el PP es en «acabar con escándalos, shows de imputados y demás vergüenzas. En este aspecto sí que hemos de ser inflexibles». Lo cual significa que este miércoles habrá en Madrid exaltación mariana como primer paso para seguir manteniendo el poder.